¿Qué es la indefensión aprendida en psicología?
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La impotencia es una emoción que experimentamos cuando nos damos cuenta de que no podemos hacer nada para resolver un problema importante.
La impotencia suele experimentarse después de haber agotado todas las opciones de que disponíamos para resolver nuestro problema. Cuando no nos queda ninguna opción o no se nos ocurre ninguna, nos sentimos impotentes.
Supongamos que tienes que comprar un libro que necesitas consultar urgentemente para un examen que tienes la semana que viene. Buscas en la biblioteca de tu universidad pero no lo encuentras.
Pediste a tus mayores que te prestaran uno, pero ninguno lo tenía. Entonces decidiste comprarlo, pero descubriste que ninguna librería de tu ciudad lo vendía.
Por último, ha intentado pedirlo por Internet, pero se ha encontrado con que en todos los sitios que ha visitado o bien no lo vendían o bien se había agotado. Llegados a este punto, puede que empiece a sentirse desamparado.
La impotencia va acompañada de una sensación de pérdida de control sobre la propia vida y esto puede hacer que uno se sienta muy débil e impotente. Obviamente, esto provoca malos sentimientos y, si uno sigue sintiéndose impotente durante mucho tiempo, entonces puede llegar a deprimirse.
La depresión es el resultado de no ser capaces de resolver nuestros problemas de forma continuada hasta que perdemos la esperanza de resolverlos.
Indefensión aprendida
La indefensión no es un rasgo innato en los seres humanos, sino un comportamiento aprendido, algo que aprendemos de los demás.
Cuando vimos que la gente se volvía impotente ante determinados problemas, también aprendimos a volvernos impotentes y llegamos a creer que era una respuesta normal ante esas situaciones. Pero eso está muy lejos de la verdad.
Cuando eras niño, nunca te sentías impotente después de fracasar varias veces al andar o al intentar sujetar un objeto correctamente.
Pero a medida que creciste y aprendiste el comportamiento de los demás, incluiste la impotencia en tu repertorio sólo porque veías a la gente actuar con impotencia al rendirse después de intentarlo un par de veces. A esto hay que añadir la programación que recibiste de los medios de comunicación.
Hay innumerables películas, canciones y libros que directa o indirectamente te enseñan que "No hay esperanza", "La vida es muy injusta", "Todo el mundo no consigue lo que quiere", "La vida es una carga", "Todo está escrito", "Somos impotentes ante el destino", etc.
Con el tiempo, estas sugerencias que recibes de los medios de comunicación y de la gente se convierten en parte de tu sistema de creencias y en una parte normal de tu forma de pensar. De lo que no te das cuenta es de que todas ellas te están enseñando a ser indefenso.
Cuando éramos niños, nuestras mentes eran como una esponja: no estaban condicionadas y estaban más cerca de la naturaleza. Echa un vistazo a la naturaleza y apenas encontrarás una sola criatura indefensa.
¿Alguna vez has intentado bajar con los dedos a una hormiga que trepa por una pared? No importa cuántas veces lo hagas, la hormiga vuelve a intentar trepar por la pared desde abajo sin sentirse nunca desamparada.
¿Ha oído hablar de Sultán, el chimpancé? Los psicólogos realizaron un interesante experimento con Sultán cuando intentaban comprender cómo se produce el aprendizaje.
Ver también: Test de misantropía (18 Items, resultados instantáneos)Pusieron a Sultán en un recinto cerrado con vallas alrededor y colocaron un plátano en el suelo, fuera de la valla, lo bastante lejos para que Sultán no pudiera alcanzarlo. Además, pusieron unos trozos de palos de bambú dentro de la jaula. Sultán intentó muchas veces alcanzar el plátano, pero no lo consiguió.
Tras muchos intentos, Sultán encontró la manera. Unió los trozos de bambú e hizo un palo lo bastante largo como para alcanzar el plátano. Luego arrastró el plátano hasta él y lo agarró.
Foto real del Sultán haciendo gala de su genio.Donde hay voluntad hay un camino; cliché pero cierto
La única razón por la que nos sentimos impotentes es que no encontramos la manera de resolver nuestros problemas. Si crees que no hay manera, quizá no has buscado lo suficiente o quizá sólo estás repitiendo lo que aprendiste de otros que tienen la costumbre de sentirse impotentes.
Si eres lo bastante flexible en tu planteamiento, adquieres suficientes conocimientos y adquieres las habilidades que te faltan, seguro que encuentras la manera.
Ver también: Personalidad burbujeante: Significado, rasgos, pros y contrasRecuerde que siempre hay más de una forma de resolver un problema o conseguir el resultado deseado, y que a veces el éxito está sólo a un intento más.