¿De dónde vienen los estados de ánimo?
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Este artículo tratará sobre la psicología de los estados de ánimo y de dónde proceden el buen y el mal humor.
Antes de abordar la cuestión de la procedencia de los estados de ánimo, tenemos que comprender su propia naturaleza.
En pocas palabras, puede considerar su estado de ánimo actual como su estado emocional. Los estados de ánimo son emociones que duran más tiempo.
Aunque se pueden experimentar distintos tipos de emociones distintas y conocidas, el estado de ánimo se puede clasificar a grandes rasgos en bueno y malo: el que sienta bien y el que sienta mal.
En un momento dado, si una persona está de buen humor o de mal humor. En el artículo sobre la función de las emociones, aclaré el concepto de emociones positivas y negativas. La historia es más o menos la misma cuando se trata de los estados de ánimo.
En realidad, no hay estados de ánimo buenos y malos, sino estados de ánimo que crean en nosotros un estado emocional con el objetivo final de permitir nuestra supervivencia, reproducción y bienestar. A los estados de ánimo malos los llamamos malos porque no nos gusta experimentarlos y a los estados de ánimo que nos gusta experimentar los llamamos buenos.
Cómo funcionan los estados de ánimo
Considere su subconsciente como un guardia de seguridad que está continuamente vigilando su vida, observándole desde la distancia y deseando que lleve una vida feliz y sana. Pero este guardia de seguridad, por supuesto, no utiliza el lenguaje verbal para comunicarse con usted.
En cambio, utiliza estados de ánimo y emociones. Cuando descubre que tu vida va bien, te envía un buen estado de ánimo y cuando descubre que algo va mal, te envía un mal estado de ánimo.
El propósito del buen humor es decirte que "todo va bien" o que debes seguir haciendo las cosas que acabas de hacer porque, aparentemente, pueden ayudarte a alcanzar tus objetivos o a satisfacer tus necesidades.
Por ejemplo, la gran sensación que tienes después de conseguir algo grande es sólo la forma que tiene tu mente de decírtelo, "¡Esto es bueno! Esto es lo que deberías estar haciendo. Estás avanzando hacia tus objetivos. Tu vida va genial". Por otro lado, el propósito de un mal humor es advertirte de que algo ha ido mal y que necesitas reflexionar, reevaluar y cambiar algo si puedes.
Por ejemplo, la mala sensación que tienes después de comer mucha comida basura es esencialmente tu mente reprendiéndote:
"¿Qué has hecho? ¡Esto está mal! No deberías hacer esto. Te va a alejar de tus objetivos".
Usted es en gran medida responsable de su propio estado de ánimo
La forma en que interpretas los acontecimientos y las acciones que realizas son los factores más importantes que controlan tu estado de ánimo. Puedes cambiar tu mal humor por uno bueno convenciendo a tu subconsciente de que tus acciones actuales te llevarán hacia tus objetivos.
Ver también: Cómo hacer reír (10 tácticas)A veces los retos de la vida son inevitables, sí, pero la forma en que los afrontas determina tu estado de ánimo.
Afronta los retos de la vida como es debido y estarás de buen humor. Afróntalos de forma inadecuada y seguirás sumido en el mal humor.
¿Qué quiero decir exactamente con responder adecuada o inadecuadamente a los estados de ánimo?
Cuando tengas hambre, come. Cuando tengas sed, bebe. Cuando tengas sueño, duerme.
Imagina cómo te sentirías si tuvieras hambre y te fueras a dormir, o si tuvieras sed y comieras en vez de beber agua.
Todo el mundo sabe lo que tiene que hacer cuando tiene sed, hambre o sueño. Pero este tipo de sentido común es poco frecuente con las demás emociones. Nos confundimos sobre lo que tenemos que hacer cuando nos sentimos inseguros, enfadados, celosos, aburridos, deprimidos, etc.
Ver también: Prueba de abuso emocional (Para cualquier relación)Este sitio web le proporciona una comprensión clara de todas estas emociones para que pueda entender lo que intentan decirle y, por tanto, responder a ellas de forma adecuada. (ver Mecánica de las emociones)
Cuando respondemos adecuadamente a las emociones y los estados de ánimo, somos capaces de canalizarlos fuera de nuestro sistema y sentirnos aliviados de la misma manera que nos sentimos aliviados cuando bebemos agua cuando tenemos sed o comemos alimentos cuando tenemos hambre.
Por ejemplo, si te sientes mal porque has estado procrastinando un proyecto importante, es tu mente advirtiéndote de que algo importante no se está haciendo. Cuando empieces a trabajar en el proyecto, tus malos sentimientos terminarán y te sentirás aliviado.