¿Qué es la pereza y por qué la gente es perezosa?

 ¿Qué es la pereza y por qué la gente es perezosa?

Thomas Sullivan

La pereza es una falta de voluntad para gastar energía. Es una falta de voluntad para hacer una tarea que percibimos como difícil o incómoda.

Este artículo tratará de explicar qué es la pereza e intentará penetrar en el misterio de sus orígenes.

Seguramente habrás oído cientos de veces que la gente es perezosa por naturaleza, y hasta cierto punto es cierto.

Tu primera reacción cuando alguien no hace el trabajo que se espera de él suele ser: "¡Qué vago!" Sobre todo, cuando no encuentras ninguna otra razón para que no lo haga.

Sí, en general los humanos somos perezosos. Unos más que otros.

Por eso queremos pedir comida y hacer transacciones bancarias con sólo pulsar un botón. Por eso inventamos las máquinas: para hacer más cosas con menos esfuerzo. No nos gusta gastar esfuerzo, nos encanta la comodidad.

Ver también: ¿Cuál es el objetivo de la agresión?

Al fin y al cabo, ¿quién preferiría trabajar duro para conseguir objetivos cuando puede tumbarse y relajarse? Es poco probable que los seres humanos se sientan motivados para hacer algo a menos que piensen que afecta a su supervivencia, directa o indirectamente.

Millones de personas se levantan por la mañana y odian el esfuerzo que supone prepararse mentalmente para la larga jornada laboral que les espera. Nadie trabajaría si no fuera importante para sobrevivir.

¿El colmo de la pereza?

Qué es la pereza: perspectiva evolutiva

Durante miles de años, el comportamiento humano se ha regido principalmente por las recompensas y la gratificación instantáneas. Nuestra atención como raza humana se ha centrado -durante mucho tiempo- en los beneficios inmediatos.

Nuestros antepasados tenían que asegurar su supervivencia buscando constantemente comida y ahuyentando a los depredadores.

Durante la mayor parte de nuestra historia evolutiva apenas hubo tiempo para la planificación a largo plazo.

Un avance rápido hasta el siglo actual...

Hoy en día, sobre todo en los países del primer mundo, la supervivencia está asegurada con bastante facilidad. Tenemos mucho tiempo para ser perezosos y no hacer nada, y nuestra supervivencia no se verá amenazada en absoluto.

Difícilmente encontrarás perezosos en las tribus y otras poblaciones autóctonas, cuyo estilo de vida es casi similar al de los humanos primitivos, centrados en la supervivencia.

La pereza sólo apareció en la escena del comportamiento humano con los avances tecnológicos, que no sólo facilitaron la supervivencia, sino que nos permitieron una especie de "planificación" para un futuro lejano.

No se puede planificar el futuro cuando un oso pardo te persigue para quitarte la vida o cuando estás en constante búsqueda de comida.

Como hemos evolucionado para centrarnos en recompensas inmediatas, cualquier comportamiento que no sea instantáneamente gratificante se percibe como infructuoso.

Por eso la pereza está tan extendida en la sociedad actual y parece tener una correlación con los avances tecnológicos.

Pereza y objetivos

Durante miles de años, los humanos no hicieron planes a largo plazo. Es un desarrollo evolutivo bastante reciente.

El hombre primitivo tenía un cuerpo musculoso, delgado y esbelto no porque siguiera un determinado régimen de entrenamiento en un gimnasio, sino porque tenía que cazar y defenderse de depredadores y rivales.

Tenía que levantar pesadas piedras, trepar a los árboles, correr y perseguir bestias para alimentarse constantemente.

Una vez que los humanos pudieron asegurar su supervivencia básica, tuvieron tiempo de prever el futuro y plantearse objetivos a largo plazo.

En resumen, estamos diseñados para las recompensas instantáneas. Así que, ¿cómo puede alguien esperar que alcancemos nuestros objetivos a largo plazo? Eso es demasiado doloroso.

Nuestros mecanismos psicológicos para la gratificación instantánea están muy arraigados y son mucho más fuertes que los mecanismos para retrasar la gratificación.

Éstas son precisamente las razones por las que tanta gente carece de motivación. Sentirse motivado para perseguir objetivos a largo plazo no parece natural.

Desde este punto de vista, es fácil entender por qué la autoayuda y la motivación son industrias en auge hoy en día. Las citas motivadoras e inspiradoras consiguen millones de visitas en YouTube, lo que desmiente la persistente falta de motivación característica de la psique humana.

Todo el mundo parece necesitar motivación hoy en día. El hombre primitivo no necesitaba motivación. La supervivencia, para él, era motivación suficiente.

Causas psicológicas de la pereza

Aparte de nuestra programación evolutiva, también hay algunos factores psicológicos que pueden contribuir a la pereza. Todos ellos nos crean obstáculos adicionales cuando intentamos alcanzar nuestros objetivos importantes a largo plazo.

1. Falta de interés

Todos tenemos necesidades diferentes basadas en nuestra personalidad y experiencias vitales. Cuando trabajamos para satisfacer estas necesidades, nos sentimos infinitamente motivados porque intentamos llenar un vacío en nuestra psique.

La mejor forma de garantizar que sigues con algo durante mucho tiempo es que te apasione. De ese modo, aunque te esfuerces mucho, te encontrarás con niveles de energía renovados. Así, la pereza puede indicar simplemente una absoluta falta de interés.

2. Falta de propósito

Las cosas que nos resultan interesantes tienen un significado especial para nosotros. Eso es lo que hace que nos interesen en primer lugar. ¿Por qué asignamos un significado especial a las cosas que nos interesan?

Ver también: Qué hace a una mujer atractiva para los hombres

De nuevo, porque llenan un vacío psicológico importante. Cómo se crea ese vacío es otra historia, pero consideremos este ejemplo:

La persona A está desesperada por hacerse rica. Se cruza con un inversor rico que le cuenta su historia de pobreza a riqueza. La persona se siente inspirada y declara que le interesa o le apasiona invertir.

En su mente, interesarse por la inversión es el medio para hacerse rico. Pasar de no interesarse por la inversión a interesarse por ella es una forma de cerrar la brecha psicológica que le separa de su modelo a seguir.

Es una forma de que se convierta en su modelo a seguir.

Por supuesto, esta persona no estaría interesada en algo que no llene este vacío psicológico.

3. Falta de autoeficacia

La falta de autoeficacia puede inducir a la pereza, porque si uno no cree que puede terminar una tarea, ¿para qué empezar?

Nadie quiere gastar energía haciendo cosas que uno sabe que no puede hacer. La autoeficacia se desarrolla cuando uno realiza con constancia tareas aparentemente difíciles.

Si nunca has logrado cosas difíciles, no te culpo por ser perezoso. Tu mente simplemente no tiene pruebas de que sea posible hacer cosas difíciles.

Sin embargo, si superas a menudo tu falta de autoeficacia, descubrirás que la pereza casi no existe en tu vida.

4. Pereza y autoengaño

Éste es el problema: tienes un objetivo que quieres alcanzar, sólo puedes lograrlo con planificación y persistencia.

Sabes que tienes que olvidarte de las recompensas instantáneas. A pesar de saberlo, te sigue dando pereza hacer algo ¿Por qué?

A veces, la pereza puede ser un truco de autoengaño bastante inteligente de tu mente subconsciente para proteger tu bienestar psicológico. Déjame que te lo explique...

Si tienes un objetivo importante a largo plazo que alcanzar, pero lo has intentado y has fracasado muchas veces, es posible que empieces a sentirte impotente y pierdas la esperanza.

Ya no lo intentas y piensas que eres demasiado vago. En realidad, tu mente subconsciente está intentando convencerte de que eres vago en lugar de dejarte admitir el hecho de que has renunciado a tu objetivo.

A veces, por miedo al fracaso, incluso puedes poner la excusa de que eres perezoso cuando en realidad sólo tienes miedo de intentar algo.

Admitir que has fracasado o que tienes miedo puede herir tu ego. Eso es lo último que quiere tu mente subconsciente: herir tu ego y alterar tu equilibrio psicológico (ver mecanismos de defensa del ego).

Es más fácil decir que no lograste algo porque eres perezoso que admitir que no te esforzaste más o que no lo intentaste por miedo al fracaso.

Vencer la pereza

Para vencer la pereza, hay que adquirir el hábito de perseguir objetivos a largo plazo. Después, hay que asegurarse de que esos objetivos están en consonancia con nuestros intereses y propósitos. Por último, hay que asegurarse de no caer en el autoengaño.

En cuanto a los objetivos a largo plazo, si no tienes suficiente fuerza de voluntad, puedes cumplirlos si utilizas tu programación evolutiva en tu propio beneficio.

También puedes dejar que tu cerebro, ávido de recompensas, se fije en los pequeños avances que vas haciendo en el camino hacia la consecución de tu objetivo a largo plazo.

Hagas lo que hagas, lo más importante es asegurarte de que el objetivo es lo suficientemente importante para ti. Cuando tienes una fuerte por qué hacer algo, al final encontrarás la cómo .

Recuerda que la pereza es fundamentalmente un comportamiento de evitación. Todo lo que estás haciendo es evitar el dolor, ya sea físico o mental.

Thomas Sullivan

Jeremy Cruz es un psicólogo experimentado y autor dedicado a desentrañar las complejidades de la mente humana. Jeremy, apasionado por comprender las complejidades del comportamiento humano, ha estado involucrado activamente en la investigación y la práctica durante más de una década. Tiene un doctorado. en Psicología de una institución de renombre, donde se especializó en psicología cognitiva y neuropsicología.A través de su extensa investigación, Jeremy ha desarrollado una visión profunda de varios fenómenos psicológicos, incluidos la memoria, la percepción y los procesos de toma de decisiones. Su experiencia también se extiende al campo de la psicopatología, centrándose en el diagnóstico y tratamiento de los trastornos de salud mental.La pasión de Jeremy por compartir conocimientos lo llevó a establecer su blog, Comprender la mente humana. Al curar una amplia gama de recursos de psicología, su objetivo es brindar a los lectores información valiosa sobre las complejidades y los matices del comportamiento humano. Desde artículos que invitan a la reflexión hasta consejos prácticos, Jeremy ofrece una plataforma integral para cualquiera que busque mejorar su comprensión de la mente humana.Además de su blog, Jeremy también dedica su tiempo a la enseñanza de la psicología en una destacada universidad, nutriendo las mentes de los aspirantes a psicólogos e investigadores. Su atractivo estilo de enseñanza y su auténtico deseo de inspirar a otros lo convierten en un profesor muy respetado y solicitado en el campo.Las contribuciones de Jeremy al mundo de la psicología se extienden más allá de la academia. Ha publicado numerosos artículos de investigación en prestigiosas revistas, ha presentado sus hallazgos en conferencias internacionales y ha contribuido al desarrollo de la disciplina. Con su gran dedicación para avanzar en nuestra comprensión de la mente humana, Jeremy Cruz continúa inspirando y educando a lectores, aspirantes a psicólogos y colegas investigadores en su viaje para desentrañar las complejidades de la mente.