Comprender la vergüenza
Tabla de contenido
Este artículo le ayudará a comprender la vergüenza, la vergüenza arrastrada y por qué las personas sienten vergüenza por culpa de otros (vergüenza ajena).
La vergüenza es una emoción que se experimenta cuando una persona piensa que su dignidad y valía se han visto mermadas de algún modo.
Una persona que siente vergüenza piensa que hay algo malo en ella y, por lo tanto, sentir vergüenza es lo contrario de sentirse digna.
La emoción de la vergüenza está estrechamente relacionada con la vergüenza y la culpa.
Mientras que la vergüenza es pensar que lo que acabamos de hacer es considerado inapropiado por los demás, y la culpa se experimenta cuando violamos nuestros valores importantes, la vergüenza es pensar que nos han deshonrado o nos han hecho menos dignos.
Vergüenza y abuso
La vergüenza es una emoción social porque suele surgir en contextos interpersonales.1 La vergüenza se desencadena cuando creemos que hemos rebajado nuestro valor a los ojos de los demás. otros .
Creemos que la percepción negativa que los demás tienen de nosotros no se debe tanto a lo que hemos hecho como a lo que somos. En lo más profundo de nuestro ser, pensamos que somos defectuosos.
Las personas que han sufrido abusos físicos o emocionales en la infancia son más propensas a sentir vergüenza porque piensan que debe de haber algo malo en ellas si los demás no las tratan bien. De niños, no tenemos otra forma de dar sentido a nuestros abusos.
Por ejemplo, un niño que sufrió abusos y malos tratos a menudo por parte de sus padres puede llegar a creer que hay algo malo en él y, en consecuencia, desarrollar sentimientos de vergüenza que se desencadenan ante la más mínima percepción de fracaso social.
Un estudio longitudinal realizado a lo largo de 8 años demostró que los estilos de crianza severos y el maltrato en la infancia pueden predecir la vergüenza en la adolescencia.2 No se trata sólo de los padres.
El maltrato por parte de profesores, amigos y otros miembros de la sociedad puede ser fuente de vergüenza para el niño.
Comprender la vergüenza que se arrastra
Cualquier acontecimiento que nos haga sentir indignos puede desencadenar en nosotros la emoción de la vergüenza. Pero si ya arrastramos sentimientos de vergüenza desde nuestra infancia, somos más propensos a sentir vergüenza. Somos más propensos a sentir vergüenza.
Ver también: Cómo validar a alguien (de la forma correcta)La vergüenza se desencadena a veces en situaciones que nos recuerdan alguna experiencia vergonzosa similar del pasado en la que nos hicieron sentir avergonzados.
Por ejemplo, la razón por la que alguien puede sentirse avergonzado cuando pronuncia mal una palabra en público puede ser porque en algún momento de su pasado le hicieron sentir vergüenza cuando pronunció mal la misma palabra.
Otra persona que no haya tenido esa experiencia no sentirá ninguna vergüenza por cometer el mismo error.
Evolución, vergüenza e ira
Sea cual sea el origen de la vergüenza, siempre se traduce en una disminución del valor social de la persona. Evolutivamente hablando, la mejor estrategia para un individuo en una sociedad debería ser ganarse el favor y la aprobación de los miembros de su grupo.
Por eso hemos desarrollado mecanismos mentales que intentan minimizar los costes de la vergüenza.
Por ejemplo, la cualidad aversiva de la vergüenza motiva los esfuerzos por acabar con ella y el deseo de ocultar el yo dañado a los demás, lo que va desde evitar el contacto visual y otras formas de lenguaje corporal evitativo hasta simplemente huir de la situación vergonzosa.
Ver también: Lenguaje corporal con la lengua pegada a la mejillaA pesar de nuestros esfuerzos por ocultar nuestra vergüenza, si otros la presencian, nos sentimos motivados para causar daño a quienes han sido testigos de nuestra humillación percibida.
Este cambio de emoción de la vergüenza a la ira se conoce a veces como el ciclo de la furia humillada o de la vergüenza-ira.3
Sentir vergüenza ajena
Por extraño que parezca, a veces sentimos vergüenza por las cosas que hacen los demás, no nosotros.
Nuestra sociedad, ciudad, país, familia, amigos, música favorita, plato preferido y equipo deportivo favorito, todo ello de nuestra identidad ampliada.
Por identidad ampliada quiero decir que nos identificamos con esas cosas y forman parte de nuestra personalidad, de lo que somos. Hemos asociado nuestra imagen a ellas y, por tanto, lo que les afecta a ellas afecta a nuestra propia imagen.
Puesto que consideramos todas estas cosas como partes de nosotros, se deduce que si nuestras identidades extendidas hicieran algo que consideramos vergonzoso, entonces nosotros también nos sentiríamos avergonzados.
Por eso es bastante común que la gente sienta vergüenza cuando un amigo cercano o un familiar realiza un acto vergonzoso.
La gente "cuelga la cabeza de vergüenza" si un compatriota o un miembro de la comunidad comete un acto atroz y a veces incluso se disculpa en su nombre.
Referencias
- BARRET, K. C. (1995), Un enfoque funcionalista de la vergüenza y la culpa. Emociones autoconscientes: la psicología de la vergüenza, la culpa, el pudor y el orgullo , 25-63.
- Stuewig, J., & McCloskey, L. A. (2005). The relation of child maltreatment to shame and guilt among adolescents: Psychological routes to depression and delinquency. Maltrato infantil , 10 (4), 324-336.
- Scheff, T. J. (1987): La espiral de vergüenza e ira: estudio de un caso de disputa interminable.