La psicología detrás de los ultimátums en las relaciones

 La psicología detrás de los ultimátums en las relaciones

Thomas Sullivan

Un ultimátum es una exigencia de cambio de comportamiento acompañada de una amenaza. También llamados juegos de la gallina, los ultimátums suelen ser afirmaciones del tipo "Haz esto, o si no..." que presionan a una persona para que haga algo que no quiere hacer.

En las relaciones, quienes sienten que sus necesidades no se ven satisfechas lanzan ultimátums. Lanzar un ultimátum es un signo de desesperación, ya que la persona está desesperada por conseguir lo que quiere de su pareja.

Ejemplos de ultimátums en las relaciones serían afirmaciones como:

  • "Si no haces X, te dejaré".
  • "Si sigues haciendo Y, terminamos".

Los ultimátums pueden darlos tanto hombres como mujeres, pero suelen darlos las mujeres. Cuando los hombres dan ultimátums en las relaciones, suelen ser para conseguir sexo. Cuando las mujeres dan ultimátums en las relaciones, suelen ser para conseguir que el hombre se comprometa.

Por supuesto, hay buenas razones evolutivas para ello. Desde un punto de vista puramente reproductivo, los hombres ganan más teniendo relaciones sexuales lo antes posible y las mujeres estableciendo una relación duradera.

Poner un ultimátum en una relación es, por tanto, una estrategia egoísta y perdedora que no tiene en cuenta las necesidades y la elección de la otra persona. Es como apuntar a tu pareja con una pistola y amenazarla con consecuencias nefastas si no hace lo que tú quieres.

Más razones para dar un ultimátum

Aparte de que sus necesidades no se vean satisfechas, las siguientes son las razones por las que alguien daría un ultimátum en una relación:

1. Ganar poder

Dar un ultimátum es ejercer poder sobre la otra persona. En las relaciones plagadas de continuas luchas de poder, los ultimátums pueden ser habituales porque dar un ultimátum es la forma definitiva de "demostrar quién manda".

2. Comunicación ineficaz

A veces, los ultimátums pueden deberse a que uno de los miembros de la pareja (normalmente el hombre) no es capaz de detectar los problemas del otro. La mujer espera que el hombre sepa lo que le pasa sin tener que decirlo.

Los hombres que carecen de inteligencia emocional y de habilidades comunicativas pasan por alto las señales que se supone que son obvias para las mujeres.

Esto crea lagunas en la comunicación, por lo que la mujer tiene que dar un ultimátum para transmitir su mensaje.

2. Problemas de personalidad

Algunas personas son propensas a ser excesivamente emocionales y a experimentar cambios bruscos de humor. Las que padecen un trastorno límite de la personalidad y las que puntúan alto en neuroticismo son propensas a lanzar amenazas de ruptura.

3. Falta de confianza

El hecho de que una persona tenga que recurrir a ultimátums para hacer que su pareja se conforme demuestra que no hay confianza en la relación. No hay suficiente confianza y apertura en la relación para permitir la expresión no forzada de las propias necesidades.

Por qué los ultimátums no suelen ser saludables

Los ultimátums son amenazas y las amenazas nunca caen bien en la otra persona.

La conformidad forzada rara vez es buena y siempre causará resentimiento en la otra persona. Este resentimiento se filtrará en futuras interacciones, haciendo que la relación sea tóxica en su conjunto.

Cuando las personas se sienten manipuladas por otras, su confianza en ellas disminuye. La falta de confianza crea una distancia emocional en una relación que, en última instancia, puede destrozarla.

Ver también: Superar el complejo de inferioridad

Dicho esto, a veces los ultimátums pueden ser saludables si el receptor puede ver que es por su propio bien o por el bien de la relación. Por ejemplo:

"Si no cambias tu mal hábito, terminamos".

El receptor puede ver que el ultimátum está diseñado para mejorar él y/o la relación. Aunque se le está obligando a hacer, o no hacer, algo, percibe el ultimátum como algo beneficioso para todos.

Aun así, la comunicación abierta, honesta y no amenazadora siempre triunfa sobre cualquier forma de comunicación amenazadora.

Cómo afrontar los ultimátums

Si estás en el lado receptor de un ultimátum, estas son las cosas que puedes hacer para afrontarlo con eficacia:

1. Esforzarse por mantener una comunicación abierta, honesta y asertiva

Esta es la forma más sana y segura de responder a los ultimátums. Dile a tu pareja que no estás de acuerdo con la forma en que te está presionando. Dile lo mal que te hace sentir. Si te tiene un mínimo de cariño, se dará cuenta de su error y cambiará de actitud.

Intenta preguntarles por qué no se han sincerado sobre este tema. Tal vez sea algo que hiciste tú lo que les obligó a ser contundentes. Una relación estupenda es aquella en la que ambos miembros de la pareja asumen la culpa de sus respectivas partes en el empeoramiento de la relación. Hay un deseo mutuo de mejorar las cosas.

2. Ir de farol

La mayoría de las veces, cuando dan un ultimátum y amenazan con irse, sólo van de farol. En realidad, no tienen intención de dejar la relación. Así que aceptar su amenaza en plan "vale, haz lo que quieras" puede resultarles chocante.

Por supuesto, esto a veces puede ser arriesgado. Si están realmente dispuestos a marcharse, la relación puede morir en el acto.

Pregúntate cómo han ido las cosas entre vosotros últimamente. Si vuestra relación ha ido de mal en peor, es más probable que la amenaza vaya en serio. Si vuestra relación ha ido bien o bien, entonces es probable que se esté tirando un farol.

Sin embargo, si tu pareja es egoísta y arrogante, debes tener cuidado. Si le pones en evidencia, podrías herir su ego y terminar la relación sólo para curar su ego herido. Bien por ti. No necesitas estar en una relación con personas que tienen un ego tan frágil.

3. Poner ultimátums

Cuando les das un ultimátum, les das a probar su propia medicina y no pueden oponerse a tus ultimátums porque es el estilo de comunicación que ellos mismos han estado utilizando.

Esto puede hacer que se den cuenta de su error o que os veáis atrapados en un bucle interminable de ultimátums.

Ver también: Etapas del desarrollo del grupo (5 etapas)

4. Primero avergonzarse y luego esforzarse por abrirse

El riesgo de esforzarse por mantener una comunicación abierta cuando te están amenazando claramente es que puedes parecer necesitado. Cuando te amenazan, estás en una posición de uno contra uno y es difícil imponer una situación en la que todos salgan ganando.

Para ello, hay que avergonzarles, diciéndoles cosas como:

  • "Vaya, qué mezquino".
  • "¿Por qué estás siendo tan agresivo?"
  • "Eso es tan desesperado de tu parte".

Si se dan cuenta de su error y se disculpan, estupendo. Ahora volvéis a ser iguales. Ahora puedes buscar una comunicación abierta y honesta sin que parezca que estás mendigando su aprobación.

Thomas Sullivan

Jeremy Cruz es un psicólogo experimentado y autor dedicado a desentrañar las complejidades de la mente humana. Jeremy, apasionado por comprender las complejidades del comportamiento humano, ha estado involucrado activamente en la investigación y la práctica durante más de una década. Tiene un doctorado. en Psicología de una institución de renombre, donde se especializó en psicología cognitiva y neuropsicología.A través de su extensa investigación, Jeremy ha desarrollado una visión profunda de varios fenómenos psicológicos, incluidos la memoria, la percepción y los procesos de toma de decisiones. Su experiencia también se extiende al campo de la psicopatología, centrándose en el diagnóstico y tratamiento de los trastornos de salud mental.La pasión de Jeremy por compartir conocimientos lo llevó a establecer su blog, Comprender la mente humana. Al curar una amplia gama de recursos de psicología, su objetivo es brindar a los lectores información valiosa sobre las complejidades y los matices del comportamiento humano. Desde artículos que invitan a la reflexión hasta consejos prácticos, Jeremy ofrece una plataforma integral para cualquiera que busque mejorar su comprensión de la mente humana.Además de su blog, Jeremy también dedica su tiempo a la enseñanza de la psicología en una destacada universidad, nutriendo las mentes de los aspirantes a psicólogos e investigadores. Su atractivo estilo de enseñanza y su auténtico deseo de inspirar a otros lo convierten en un profesor muy respetado y solicitado en el campo.Las contribuciones de Jeremy al mundo de la psicología se extienden más allá de la academia. Ha publicado numerosos artículos de investigación en prestigiosas revistas, ha presentado sus hallazgos en conferencias internacionales y ha contribuido al desarrollo de la disciplina. Con su gran dedicación para avanzar en nuestra comprensión de la mente humana, Jeremy Cruz continúa inspirando y educando a lectores, aspirantes a psicólogos y colegas investigadores en su viaje para desentrañar las complejidades de la mente.