¿Cómo tener una mente abierta?
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La gente no para de hablar de la importancia de ser abierto de mente, pero rara vez habla de cómo serlo o de por qué es tan difícil serlo.
La apertura de mente es uno de los rasgos más importantes de la personalidad que hay que intentar desarrollar. Una persona de mente cerrada nunca puede ser verdaderamente libre, porque vive en la prisión de sus propias ideas y creencias.
Una persona con una mente cerrada nunca es capaz de extender su pensamiento hacia la vasta extensión de la imaginación y las innumerables posibilidades.
La apertura mental es simplemente la capacidad de recibir nueva información, especialmente cuando tiende a contradecir la información preexistente en la mente.
En otras palabras, tener una mentalidad abierta significa no apegarse rígidamente a las propias ideas, opiniones y creencias. Implica considerar la posibilidad de que esas ideas puedan estar equivocadas. Una persona de mentalidad abierta, por tanto, también es humilde.
La amplitud de miras es la voluntad de reconocer el hecho de que no podemos estar realmente seguros de nada a menos que tengamos pruebas suficientes. Incluso si estamos seguros, en cualquier momento pueden aparecer pruebas futuras que destruyan nuestra veracidad actual.
Además, tener la mente abierta no significa aceptar ciegamente cualquier información que se reciba, sino filtrarla, no con los filtros de los prejuicios personales, sino con el filtro de la razón.
Las opiniones que se sostienen con pasión son siempre aquellas para las que no existe una buena base.
- Bertrand RussellCerrazón: el modo de pensar por defecto
Hay una razón por la que un porcentaje muy pequeño de la población humana es de mente abierta. Es porque nuestro modo de pensar por defecto fomenta la mentalidad cerrada. A la mente humana no le gusta la confusión ni la ambigüedad.
Pensar consume energía. Alrededor del 20% de las calorías que consumimos son utilizadas por el cerebro. La mente humana hace todo lo posible por ahorrar energía. No le gusta gastar energía pensando y analizando cosas constantemente. Quiere que le expliquen las cosas para poder descansar y no preocuparse por ellas.
Igual que prefieres no levantarte temprano por la mañana y hacer ejercicio, prefieres no pensar. El modo por defecto es ahorrar energía.
Por lo tanto, rechazar cualquier idea nueva que no coincida con sus ideas preexistentes permite a la mente evitar pensar y analizar, un proceso que requiere un gasto considerable de energía mental.
Ver también: ¿Qué es la indefensión aprendida en psicología?Los debates y las discusiones a menudo crean disonancia cognitiva, plantean muchas preguntas y dejan cosas sin explicar. La mente humana no soporta dejar cosas sin explicar, eso crearía incertidumbre e inestabilidad, así que elabora teorías para explicar lo inexplicable y, por tanto, se mantiene estable.
No hay nada malo en elaborar teorías y explicaciones. El problema es apegarse rígidamente a ellas de un modo que nos ciega a otras posibilidades.
La mayoría de la gente odia la confusión y ve la curiosidad como una carga. Sin embargo, la confusión y la curiosidad han sido la fuerza motriz de todos los progresos humanos notables.
La mente humana busca información que valide la que ya tiene. Esto se conoce como sesgo de confirmación y es el mayor obstáculo para desarrollar la apertura de mente y la inteligencia.
Además, la mente filtra la información de modo que rechazamos las cosas que no coinciden con nuestras creencias preexistentes. Si creo que mi país es el mejor, entonces te contaré todas las cosas buenas que ha hecho mi país y me olvidaré de sus fracasos y desventuras.
Del mismo modo, si odias a alguien, recordarás todo lo malo que te ha hecho y olvidarás las ocasiones en las que te haya tratado bien.
La cuestión es que todos percibimos la realidad de acuerdo con nuestras propias creencias. Ser abierto de mente consiste en ser consciente de este hecho y no caer en esta trampa del pensamiento por defecto.
Convertirse en una persona más abierta
Una vez que comprendemos que nuestra forma de pensar por defecto es ser de mente cerrada, sólo entonces podemos esforzarnos por llegar a ser de mente abierta. Ninguna persona de mente abierta es así desde que nace. Se necesita tiempo y esfuerzo para desarrollar la facultad del pensamiento crítico y el razonamiento.
Ver también: Lenguaje corporal: gestos con la cabeza y el cuelloTengo un ejercicio para ti: examina tus creencias más arraigadas, intenta rastrear sus orígenes y averiguar las razones que utilizas para justificarlas. Además, intenta averiguar si las refuerzas continuamente e ignoras todo lo que va en contra de ellas.
¿Con qué tipo de gente sales?
¿Qué tipo de libros lee?
¿Qué tipo de películas ve?
¿Qué canciones oyes?
Las respuestas a las preguntas anteriores son un reflejo de tus creencias. Si consumes el mismo tipo de medios una y otra vez, inconscientemente estás intentando reforzar tus creencias.
Si tienes buenas razones para creer en tus creencias, bien, pero si crees que ha llegado el momento de reconsiderarlas, quizá quieras plantearte cambiar un poco las cosas.
Intenta relacionarte con personas que tengan una visión del mundo totalmente distinta a la tuya. Intenta leer libros que cuestionen tu forma de pensar habitual. Intenta ver películas y documentales que te hagan reflexionar.
Observa cómo respondes a las críticas, sobre todo a las constructivas. Las personas de mente abierta no se ofenden por las críticas constructivas. De hecho, las ven como una gran oportunidad para aprender.
Palabras finales
A veces puede resultar difícil aceptar nuevas ideas o informaciones que derriben tu forma de pensar por defecto. Soy muy consciente de la resistencia inicial que te susurra, "Todo son tonterías, no te lo creas, sólo creará confusión" .
Deberías responder con delicadeza, "No te preocupes, no aceptaré nada que no satisfaga mi razón y mi sentido común. La confusión es mejor que la ilusión del conocimiento" .