Cómo hablar con alguien que le da la vuelta a todo

 Cómo hablar con alguien que le da la vuelta a todo

Thomas Sullivan

Antes de aprender a hablar con alguien que da la vuelta a las cosas, hay que comprender a fondo el fenómeno de "dar la vuelta a las cosas". En esta dinámica suceden muchas cosas que hay que entender bien.

En este artículo explicaré qué ocurre cuando alguien te da la espalda y por qué sucede, y cómo puedes afrontar esta delicada situación.

Haga primero los deberes

Cuando acusas a alguien de algo, hay dos posibilidades:

O se equivoca (culpabilización injusta) o tiene razón (culpabilización justa).

Por supuesto, no siempre es tan sencillo.

También hay grados de culpabilidad. Se puede culpar a alguien de algo más de lo que es justo. Tu culpa no es proporcional a su culpa. Esto también es culpar injustamente. Del mismo modo, se puede culpar de menos, es decir, culpar a alguien menos de lo que se merece.

El ser humano tiende a culpar rápidamente de forma injusta al culpar en exceso por una falta menor o por ninguna falta en absoluto.

Así que, antes de pensar en tratar con alguien que te echa la culpa, tienes que preguntarte:

"¿Estoy culpando injusta o justamente?".

Ver también: Lenguaje corporal: Cruzar los brazos significa

Culpabilización injusta

Si culpas a alguien injustamente, se sentirá herido. Sobre todo si tenéis una relación estrecha. No quiere que pienses que no le importas o que quiere hacerte daño. Es natural que se ponga a la defensiva.

En un intento de defenderse, podrían volverse contra ti.

Lo hacen sólo porque están dolidos por tu acusación injustificada. Ahora, se toman una especie de venganza dándole la vuelta a las cosas.

Su "vuelta atrás" puede ser justa o injusta. No importa. Lo que importa es lo que inició el ciclo. A menos que arregles tu injusta culpabilización, la situación no mejorará.

A menos que puedan manejar bien tu injusta culpabilización, lo cual es raro.

Razones para culpar injustamente

1. Estrés

Cuando estamos estresados, cosas que normalmente no nos molestan empiezan a molestarnos.

Cuando llegas a casa después de un día estresante, es fácil descargar ese estrés en tu pareja. Un simple comentario suyo puede enfadarte, pero en realidad tu enfado se dirige hacia lo estresante que ha sido tu día. Esta situación es una receta para culpar injustamente.

2. Resentimiento

Si has acumulado mucho resentimiento hacia tu pareja, tu mente buscará activamente oportunidades para expresar ese resentimiento, lo que puede llevarte a culparte injustamente.

Descubrirás que no les culpas por lo que han hecho ahora, sino por lo que hicieron en el pasado. Ésta es una de las razones por las que indagar en el pasado es tan habitual en los conflictos relacionales.

3. Traumatismos

Los traumas infantiles nos hacen hipervigilantes ante cierto tipo de amenazas. Es probable que detectes amenazas de otros donde no las hay. Los traumas pasados te hacen más propenso a reaccionar de forma exagerada y a culpar injustamente.

Poner remedio a las culpas injustas

Si tienes en cuenta las razones anteriores, te resultará fácil entender por qué haces lo que haces.

La actitud defensiva de la otra persona debería incitarte a cuestionar tu propia culpabilidad.

Culpabilidad justa

Se culpa a alguien justamente cuando se le culpa en proporción Esperas que asuman la responsabilidad de su error y se disculpen. Así se repara la relación.

Algunos expertos en relaciones dicen que en una relación no debe haber culpables. Ésta es una idea poco práctica e idealista. Cuando nos preocupamos por las personas, sus acciones nos afectan. Si nos hacen daño intencionadamente o no, vamos a culparles.

Y eso está bien, siempre que sea una acusación justa.

La respuesta ideal a la culpabilización justa es que la otra persona acepte su responsabilidad. Esto ocurre en las relaciones sanas. Hay mucha culpabilización justa y asunción de responsabilidades en una relación sana.

En una relación malsana, la respuesta habitual a la culpabilización justa es el desplazamiento de la culpa. La pareja acusada no quiere admitir que está equivocada y le da la vuelta a todo.

Esto crea muchos problemas.

Cuando tu pareja te echa la culpa a ti, desvía la atención del asunto en cuestión, que es que te has sentido herido.

Ver también: Cómo ser menos sensible (6 estrategias)

No importa si el "giro" de tu pareja es justo o injusto. Lo está convirtiendo en un juego de culpas. Tú le devuelves la culpa, quizás esta vez con más firmeza, y se produce un conflicto en toda regla.

Por qué la gente no acepta su responsabilidad

Para entender por qué la otra persona no asume su responsabilidad, hay que ver las cosas desde su punto de vista: ¿qué le pasa por la cabeza?

He aquí algunas posibilidades:

1. No son conscientes

Es posible que simplemente no puedan ver en qué se equivocan. No tienen suficiente conciencia e inteligencia para entender qué hicieron mal y por qué te afectó. Si este es el caso, verán tu justo reproche como injusto y volverán las cosas contra ti.

2. Son inseguros

Es habitual que las personas inseguras no admitan que se equivocan. Saben que se equivocan pero no lo reconocen porque les hace quedar mal. Lo único que consiguen dándole la vuelta a las cosas es proteger su orgullo.

Les interesa más "ganar" la discusión que llegar a un entendimiento mutuo.

Puede ser difícil ayudar a alguien con un ego frágil a ver la realidad con claridad.

3. Controlan

Los narcisistas, los gaseadores y otros maltratadores utilizan el cambio de culpas para tener la sartén por el mango en la relación. Su objetivo es menospreciarte y destruir tu autoestima.

4. Se activan

Si están estresados, o si has desencadenado su trauma de alguna manera, se pondrán en modo de defensa y volverán las cosas contra ti. Malinterpretarán completamente lo que dices y empezarán a luchar contra un enemigo creado por su mente.

Las personas pueden estar tan atrapadas en su pasado que puede ser difícil llegar a ellas.

Hablar con alguien que le da la vuelta a todo

Lo más importante es entender por qué hacen lo que hacen. Si intentas ver las cosas desde su perspectiva, te darás la oportunidad de afrontar la situación adecuadamente.

Aun así, he aquí algunas formas de afrontar esta situación:

1. Reacción retardada

Cuando culpes a alguien justamente, y éste le dé la vuelta, evita darle la vuelta a su "vuelta". Esto puede provocar conflictos innecesarios. Los conflictos innecesarios hacen perder mucha energía y tiempo.

Cuando sientas que te están dando la espalda, date tiempo para procesar la situación.

2. Escúchelos

Escuchar a alguien que te da la vuelta a las cosas con paciencia puede ser un reto, pero a veces es lo mejor que puedes hacer.

Escuchándoles, das validez a su versión de la realidad y a cómo ven las cosas. No tienes por qué aceptar que te culpen, sólo considerar la posibilidad de que las cosas sean como ellos las ven.

Cuando te vean hacerlo, querrán corresponderte cuando expongas tu versión de la realidad.

La forma de hacerlo importa.

Cuando terminen de darle la vuelta a las cosas, plantea tu versión de la realidad como una pregunta:

"Vale. Entiendo lo que intentas decir. ¿Es posible que [tu versión]?".

Cuando haces esto, su cerebro emocional pasa a un segundo plano y su cerebro lógico se pone en marcha. Es menos probable que se pongan a la defensiva cuando su cerebro racional se pone en marcha.

3. Reencuadre su culpa

Aunque culpes a alguien de forma justa, lo que importa es cómo lo culpas. Puede que tu forma justa de culpar haya resultado injusta o hiriente.

Si retiras lo que has dicho, no tendrán nada contra ti. Es fácil dar la vuelta a las cosas hirientes, pero las que no lo son son difíciles.

Si le lanzas a alguien una lanza, puede cogerla y devolvértela. Si le lanzas a alguien una bola de algodón, no te la devolverá. No tiene sentido. Una bola de algodón no puede hacer daño a nadie.

Puedes convertir tu lanza de culpa en una bola de algodón.

Usted puede culpar a alguien de forma justa, calmada y asertiva, aunque estés muy dolido.

Si no quieres que la gente se vuelva contra ti, no les des nada para que se vuelvan contra ti.

Thomas Sullivan

Jeremy Cruz es un psicólogo experimentado y autor dedicado a desentrañar las complejidades de la mente humana. Jeremy, apasionado por comprender las complejidades del comportamiento humano, ha estado involucrado activamente en la investigación y la práctica durante más de una década. Tiene un doctorado. en Psicología de una institución de renombre, donde se especializó en psicología cognitiva y neuropsicología.A través de su extensa investigación, Jeremy ha desarrollado una visión profunda de varios fenómenos psicológicos, incluidos la memoria, la percepción y los procesos de toma de decisiones. Su experiencia también se extiende al campo de la psicopatología, centrándose en el diagnóstico y tratamiento de los trastornos de salud mental.La pasión de Jeremy por compartir conocimientos lo llevó a establecer su blog, Comprender la mente humana. Al curar una amplia gama de recursos de psicología, su objetivo es brindar a los lectores información valiosa sobre las complejidades y los matices del comportamiento humano. Desde artículos que invitan a la reflexión hasta consejos prácticos, Jeremy ofrece una plataforma integral para cualquiera que busque mejorar su comprensión de la mente humana.Además de su blog, Jeremy también dedica su tiempo a la enseñanza de la psicología en una destacada universidad, nutriendo las mentes de los aspirantes a psicólogos e investigadores. Su atractivo estilo de enseñanza y su auténtico deseo de inspirar a otros lo convierten en un profesor muy respetado y solicitado en el campo.Las contribuciones de Jeremy al mundo de la psicología se extienden más allá de la academia. Ha publicado numerosos artículos de investigación en prestigiosas revistas, ha presentado sus hallazgos en conferencias internacionales y ha contribuido al desarrollo de la disciplina. Con su gran dedicación para avanzar en nuestra comprensión de la mente humana, Jeremy Cruz continúa inspirando y educando a lectores, aspirantes a psicólogos y colegas investigadores en su viaje para desentrañar las complejidades de la mente.