¿Cómo consolar a alguien?

 ¿Cómo consolar a alguien?

Thomas Sullivan

La vida está llena de subidas y bajadas. Las subidas van acompañadas de emociones positivas y las bajadas de emociones negativas. Las emociones negativas traen malestar y dolor. La mente utiliza las emociones negativas para llamar nuestra atención sobre el dolor.

En teoría, uno podría escuchar sus emociones negativas, trabajar con ellas y encontrar soluciones para acabar con el dolor. Sin embargo, bajo las garras de esas emociones, a la mayoría de las personas les cuesta mantener la calma y pensar racionalmente.

Cuando pasan por un mal momento, las personas buscan un escape a sus emociones negativas. Lo consiguen a través de ciertos mecanismos de afrontamiento sanos y no sanos. Uno de los mecanismos de afrontamiento más eficaces y probablemente el más sano es sentirse reconfortado por el apoyo social.

Somos una especie social, y regular nuestras emociones negativas mediante el contacto social es una característica clave de nuestra psicología. Comienza en la infancia, cuando un bebé se calma al ser abrazado por otro ser humano. La necesidad de regular las emociones mediante el contacto social y el apoyo persiste durante toda la edad adulta.

Por eso, cuando pasamos por un mal momento, nos sentimos obligados a buscar consuelo en las personas cercanas a nosotros.

En resumen, consolar a alguien es el proceso de llevarlo de un estado emocional negativo a un estado positivo o neutro a través del contacto social.

Consolar a los demás es una habilidad

Todos sabemos que no todos pueden consolarnos por igual. Probablemente no acudas a todos tus amigos íntimos para que te consuelen. Parece que a algunas personas se les da mejor consolar que a otras.

Dicho esto, a la mayoría de la gente no se le da bien consolar a los demás. No saben cómo reaccionar cuando sus seres queridos pasan por un mal momento. Peor aún, a veces acaban haciendo que los demás se sientan peor con sus declaraciones insensibles.

Si eres un mal consolador, puedes mejorar tu habilidad para consolar a los demás en poco tiempo. Todo es cuestión de decir y hacer las cosas correctas. Dirás y harás las cosas correctas cuando adquieras un conocimiento mejor y más profundo de la dinámica social implicada.

Dinámica social de consolar a los demás

Empezaremos por explorar el estado mental de la persona que sufre el malestar. Quienes están bajo las garras de las emociones negativas son propensos a pensar de forma irracional. Así que, si les das un consejo racional, no te sorprendas si lo encuentran ofensivo, insensible o irrelevante.

Cuando intentas consolar a alguien, te ayuda pensar en términos de emociones. La otra persona está herida emocionalmente y necesita curarse, emocionalmente No buscan consejos racionales, instrucciones o lugares comunes.

La mayoría de las veces, los acontecimientos que perjudican a las personas suelen ser los que las excluyen socialmente o tienen el potencial de hacerlo. Acontecimientos como:

  • Una ruptura
  • Un argumento
  • Reprimenda de una autoridad
  • Cometer un error
  • Depresión
  • Pérdida de un ser querido

Así que la pregunta lógica que hay que hacerse es:

"¿Qué puedo decir o hacer para revertir la exclusión social?".

O simplemente:

"¿Qué puedo decir o hacer para que se sientan incluidos?".

Abordar el problema con esta mentalidad te ayudará mucho a idear tácticas para consolar a alguien.

Lo segundo que hay que tener en cuenta es que una persona herida emocionalmente tiende a sentirse inútil, vulnerable y con la autoestima por los suelos.

Por eso, otra forma de reconfortar a alguien es elevar su autoestima.

Aunque gran parte del malestar emocional tiene una causa social, también hay motivos no sociales que provocan angustia. Por ejemplo, estar estresado en el trabajo.

Las personas que experimentan este tipo de malestar son más receptivas a las soluciones racionales. Aun así, como regla general, siempre hay que intentar satisfacer primero la necesidad emocional de consuelo antes de pasar a algo racional.

Así, exclusión social y un pérdida de autoestima son los grandes causantes del malestar emocional. Por eso, consolar a alguien consiste en solucionarlos.

Cómo consolar a alguien

Antes de aprender a consolar a alguien, es importante que pienses en lo cerca que está la otra persona de ti y en la calidad de vuestra relación. Cuanto más cerca estés de ella, más podrás utilizar generosamente las siguientes tácticas de consuelo.

Si no estás tan cerca y no hay suficiente confianza en la relación, corres el riesgo de parecer intrusivo. Como norma, no consueles a quien no ha buscado consuelo en ti.

1. Escucha activa

Lo primero que hay que hacer cuando alguien acude a ti con un problema es simplemente escuchar. Es alucinante cómo la gente intenta atajar esto. Estate totalmente presente y empápate de todo lo que te cuenten.

"¿Qué ha pasado?"

"Cuéntamelo todo".

La escucha activa comunica:

"Estoy aquí para ti."

"Estoy dispuesto a escucharte".

Es lo más fácil que puedes hacer para que se sientan incluidos.

2. Validación

Una vez que has escuchado lo que tiene que decir, una vez que ha verbalizado su estado mental, el siguiente paso es validarlo. Validar a alguien significa simplemente reconocer sus pensamientos y emociones.

Ejemplos de declaraciones de validación:

"Siento oír eso".

Ver también: La psicología del cambio de nombre

"Eso debe haber sido muy duro para ti".

Estas afirmaciones reconocen su estado mental y emocional. Las afirmaciones invalidantes, en cambio, tratan de desestimar o minimizar su estado mental. Por ejemplo:

"Tienes que superarlo".

"No puede ser tan malo".

"Estás exagerando".

Tenga en cuenta que las personas que utilizan afirmaciones invalidantes suelen tener buenas intenciones, pero sus afirmaciones resultan contraproducentes porque no se dan cuenta de que están desestimando el estado mental de la otra persona.

El investigador Dale Hample los denominó acertadamente mensajes anticonsuelo. Comunican:

"No me comprometo con tu estado mental".

"No me comprometo contigo".

Muy excluyente.

3. Empatizar

Tu validación será cien veces más eficaz si eres capaz de ver las cosas desde su perspectiva, una habilidad que puede llevar años dominar.

La empatía funciona cuando te identificas con sus sentimientos, cuando tú también has vivido algo parecido. Por ejemplo:

"Yo también he pasado por una ruptura desagradable. Es un infierno."

De nuevo, comunica inclusión social:

"Estamos juntos en esto. Somos un equipo".

4. No juzgar

La gente suele juzgar negativamente a los demás por sentirse negativos. Esto es un doble golpe, porque no sólo los estás invalidando, sino que también los estás atacando. Estás esparciendo la sal de tus juicios negativos sobre su ya magullada autoestima.

"Eres tan débil".

"Necesitas ser emocionalmente fuerte".

"Eres estúpido por haber cometido un error tan tonto".

Al comunicarles que no valen nada, les das otra razón para sentirse mal.

A la inversa, al no juzgar, permites que su autoestima se recupere. Se sienten justificados para sentir lo que sienten.

5. Aumentar su autoestima

Puedes ir un paso más allá de no juzgarles y aumentar su autoestima. Centra su atención en sus excelentes cualidades, elógialas y anímalas.

"Eres una persona resiliente. Creo firmemente que puedes superarlo".

Ver también: 16 Teorías de la motivación en psicología (Resumen)

Ten en cuenta que esto no debe hacerse a costa de invalidarlos. No te lances a decirles lo especiales que son antes de haberte tomado el tiempo de escucharlos y validarlos.

6. Reconfortar mediante el contacto físico

El simple hecho de coger a alguien en brazos, apoyarle la mano en el hombro o abrazarle puede ser muy reconfortante. De nuevo, no hagas estas cosas antes de haber validado su estado mental o darás la impresión de estar proporcionándole un consuelo "falso".

Un "falso abrazo" suele producirse demasiado pronto en la interacción, ya que el abrazador cree que puede deshacerse rápidamente del problema.

7. Muéstrales que estás de su parte

Cuando la gente se siente herida por otros, entra en acción su psicología de grupo. Consideran a la persona que les ha herido como un grupo externo y buscan apoyo en el grupo interno. Tú eres su apoyo en el grupo interno.

Por eso, decir cosas malas sobre el "otro grupo" puede ser muy reconfortante.

"Sí, tu jefe es un imbécil total".

8. Rebajarse

Otra excelente táctica que trabaja sobre su pérdida de autoestima. Cuando a una persona le ocurre algo malo, se siente indigna y inferior que la persona media.

Si tú también te rebajas, reduces la brecha y ellos no se sienten tan mal consigo mismos.

Por ejemplo, si han cometido un error tonto, puedes decir:

"Una vez cometí el mismo error".

"He cometido muchos errores en mi vida".

Esto no sólo les transmite que no pasa nada por cometer errores -una mentalidad muy sana-, sino que también sana su autoestima. Son como:

"No soy una persona indigna por cometer errores".

9. Ofrecer soluciones en el momento oportuno

Una vez que les has llevado a un estado emocional neutro o positivo desde uno negativo, es hora de involucrar a su cerebro racional.

Pero espera.

Aquí también hay que tener cuidado. No hay que darles consejos a la fuerza. Hay que abordar sus problemas con la mentalidad de:

"Exploremos qué está pasando. Quizá tropecemos con una solución por el camino".

Es mejor guiarles suavemente hacia una solución que echársela en cara. Si haces esto último, sentirán que estás siendo dominante. Puede que discrepen por discrepar, para recuperar su poder. Aunque tu solución sea válida, se resistirán a ella.

Ofrece tus soluciones sin atacarles ni avasallarles. Necesitas inteligencia emocional para ayudarles a comprender sus emociones y encontrar soluciones adecuadas.

Thomas Sullivan

Jeremy Cruz es un psicólogo experimentado y autor dedicado a desentrañar las complejidades de la mente humana. Jeremy, apasionado por comprender las complejidades del comportamiento humano, ha estado involucrado activamente en la investigación y la práctica durante más de una década. Tiene un doctorado. en Psicología de una institución de renombre, donde se especializó en psicología cognitiva y neuropsicología.A través de su extensa investigación, Jeremy ha desarrollado una visión profunda de varios fenómenos psicológicos, incluidos la memoria, la percepción y los procesos de toma de decisiones. Su experiencia también se extiende al campo de la psicopatología, centrándose en el diagnóstico y tratamiento de los trastornos de salud mental.La pasión de Jeremy por compartir conocimientos lo llevó a establecer su blog, Comprender la mente humana. Al curar una amplia gama de recursos de psicología, su objetivo es brindar a los lectores información valiosa sobre las complejidades y los matices del comportamiento humano. Desde artículos que invitan a la reflexión hasta consejos prácticos, Jeremy ofrece una plataforma integral para cualquiera que busque mejorar su comprensión de la mente humana.Además de su blog, Jeremy también dedica su tiempo a la enseñanza de la psicología en una destacada universidad, nutriendo las mentes de los aspirantes a psicólogos e investigadores. Su atractivo estilo de enseñanza y su auténtico deseo de inspirar a otros lo convierten en un profesor muy respetado y solicitado en el campo.Las contribuciones de Jeremy al mundo de la psicología se extienden más allá de la academia. Ha publicado numerosos artículos de investigación en prestigiosas revistas, ha presentado sus hallazgos en conferencias internacionales y ha contribuido al desarrollo de la disciplina. Con su gran dedicación para avanzar en nuestra comprensión de la mente humana, Jeremy Cruz continúa inspirando y educando a lectores, aspirantes a psicólogos y colegas investigadores en su viaje para desentrañar las complejidades de la mente.