Lenguaje corporal: rascarse la cabeza significado

 Lenguaje corporal: rascarse la cabeza significado

Thomas Sullivan

En este artículo hablaremos del significado de los gestos del lenguaje corporal relacionados con la cabeza, como rascarse la cabeza, rascarse o frotarse la frente y juntar las manos detrás de la cabeza. Empecemos por rascarse la cabeza o el pelo.

Cuando nos rascamos la cabeza utilizando uno o varios dedos en cualquier parte de la parte superior, posterior o lateral de la cabeza, señala el estado emocional de confusión Observe a cualquier estudiante intentando resolver un problema difícil y es probable que observe este gesto.

No hay mejor lugar para observar este gesto que una sala de exámenes, donde los estudiantes suelen confundirse al recibir la hoja de preguntas.

Como profesor, cuando intentas explicar un concepto a tus alumnos y se rascan la cabeza, debes intentar explicarlo de otra manera.

A veces, en lugar de utilizar los dedos, el alumno puede utilizar un objeto como un bolígrafo, un lápiz o una regla para rascarse la cabeza. El mensaje que se transmite es el mismo en todos los casos: confusión.

Rascarse o frotarse la frente

Rascarse o darse palmadas o frotarse la frente suele indicar olvido. A menudo nos rascamos o nos damos palmadas en la frente cuando nos esforzamos por recordar algo.

Sin embargo, este gesto también se realiza cuando alguien está sufriendo algún tipo de malestar mental que resulta de realizar cualquier actividad mental difícil, como pensar mucho.

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Reconozcámoslo: pensar es difícil para la mayoría de nosotros. Fue Bertrand Russel quien dijo: "La mayoría de la gente preferiría morir antes que pensar. De hecho, lo hacen".

Cualquier actividad que requiera esfuerzo mental puede obligar a una persona a rascarse la frente y no sólo cuando intenta recordar algo, que también puede ser duro.

Por ejemplo, si le haces a alguien una pregunta difícil, puede que se rasque el pelo (confusión) o la frente. Si sabe la respuesta y está intentando recordarla, puede que se rasque la frente. Si tiene que pensar mucho (incomodidad mental) para averiguar la solución, también puede que se rasque la frente.

Ten en cuenta que darle muchas vueltas a un problema no implica necesariamente un estado de confusión. Ten en cuenta también el contexto de la situación. A veces nos rascamos la cabeza sólo porque nos pica.

El malestar mental también puede producirse cuando la gente te irrita o te molesta. Cuando ya estás harto, te rascas la frente o, peor aún, atacas físicamente a la fuente de tu fastidio y frustración.

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Seguro que has observado, al menos en las películas, que cuando alguien está totalmente cabreado durante una conversación, se rasca un poco la frente antes de dar un puñetazo o una bofetada a la persona molesta.

Así que si estás hablando con alguien y se rasca con frecuencia la frente sin decir nada, es muy probable que le estés molestando.

Juntar las manos detrás de la cabeza

Este gesto se realiza casi siempre en posición sentada y tiene dos variantes: una con los codos extendidos y otra con los codos apuntando hacia delante a unos 90 grados respecto al plano del cuerpo.

Cuando una persona lleva la mano detrás de la cabeza con los codos extendidos, se siente segura de sí misma, dominante y superior. Este gesto transmite el mensaje: "Tengo confianza en mí mismo. Lo sé todo. Tengo todas las respuestas. Aquí mando yo. Soy el jefe".

Cuando alguien termina una tarea difícil, por ejemplo en un ordenador, puede adoptar este gesto mientras está sentado. También puede inclinarse ligeramente hacia atrás para señalar su satisfacción por el trabajo bien hecho. Un superior puede adoptar este gesto cuando un subordinado le pide consejo.

Cuando felicitas a alguien por su gran trabajo, es posible que adopte instantáneamente esta posición del lenguaje corporal. Puedes estar seguro de que tu cumplido le ha hecho sentirse bien consigo mismo.

Aunque este gesto denota confianza, no es recomendable en las entrevistas de trabajo porque puede amenazar la posición de superioridad del entrevistador. Amenazar al entrevistador es lo último que le gustaría hacer a cualquier aspirante a un puesto de trabajo.

"Esto es increíblemente impactante"

Cuando juntamos las manos detrás de la cabeza con los codos apuntando hacia delante, es señal de incredulidad y sorpresa desagradable. Una sorpresa tan grande que nos inclina a la incredulidad y la negación.

Transmite el mensaje: "Esto es increíble, no puede ser verdad, estoy escandalosamente decepcionado".

Suele ir acompañada de un descenso o alejamiento de la parte superior del cuerpo y del cierre de los ojos, porque inconscientemente estamos bloqueando el choque o la sorpresa que es demasiado para nosotros. A veces, las manos se juntan en la parte superior de la cabeza en lugar de en la nuca.

Veamos este gesto desde un punto de vista evolutivo. Imagina que eres un cazador que fija su mirada en la presa mientras camina lentamente entre la hierba alta. Esperas el momento oportuno para atacar, el momento adecuado para lanzar tu lanza.

De repente, un leopardo salta hacia ti desde un árbol cercano. Imagínatelo e intenta visualizar cuál sería tu reacción instantánea. Sí, te apartarías del leopardo y juntarías las manos detrás de la cabeza.

Este gesto protege la delicada parte posterior de la cabeza y los codos evitan cualquier daño que pueda producirse en la cara de frente. Daños como que un leopardo hunda sus garras en tu rostro.

Hoy en día, los seres humanos somos menos propensos a encontrarnos con este tipo de situaciones, pero en nuestros tiempos ancestrales, era bastante común. Así que esta respuesta está arraigada en nuestra psique y la utilizamos siempre que nos enfrentamos a una situación que nos impacta emocionalmente, incluso si no presenta ningún peligro físico real.

En los tiempos modernos, este gesto se realiza cuando una persona recibe una noticia impactante, como la muerte de un ser querido. Cuando una persona herida en un accidente es trasladada a urgencias de un hospital, es posible que veas a su familiar o amigo haciendo este gesto en la sala de espera.

Cuando un jugador de fútbol falla un gol, hace este gesto para expresar su conmoción e incredulidad: "Es imposible, ¿cómo he podido fallar? Estaba tan cerca".

Vea este vídeo recopilatorio de goles fallados y observará este gesto varias veces, incluido uno dramático del entrenador.

Lo interesante es que incluso se puede ver a aficionados hacer este gesto si el equipo al que apoyan pierde una oportunidad crucial o sufre un golpe importante. No importa que estén en la grada o viendo el partido por televisión en el salón de su casa.

Cuando ves películas de suspense, programas de televisión o documentales y te encuentras con una escena que te impacta, es posible que hagas este gesto.

Thomas Sullivan

Jeremy Cruz es un psicólogo experimentado y autor dedicado a desentrañar las complejidades de la mente humana. Jeremy, apasionado por comprender las complejidades del comportamiento humano, ha estado involucrado activamente en la investigación y la práctica durante más de una década. Tiene un doctorado. en Psicología de una institución de renombre, donde se especializó en psicología cognitiva y neuropsicología.A través de su extensa investigación, Jeremy ha desarrollado una visión profunda de varios fenómenos psicológicos, incluidos la memoria, la percepción y los procesos de toma de decisiones. Su experiencia también se extiende al campo de la psicopatología, centrándose en el diagnóstico y tratamiento de los trastornos de salud mental.La pasión de Jeremy por compartir conocimientos lo llevó a establecer su blog, Comprender la mente humana. Al curar una amplia gama de recursos de psicología, su objetivo es brindar a los lectores información valiosa sobre las complejidades y los matices del comportamiento humano. Desde artículos que invitan a la reflexión hasta consejos prácticos, Jeremy ofrece una plataforma integral para cualquiera que busque mejorar su comprensión de la mente humana.Además de su blog, Jeremy también dedica su tiempo a la enseñanza de la psicología en una destacada universidad, nutriendo las mentes de los aspirantes a psicólogos e investigadores. Su atractivo estilo de enseñanza y su auténtico deseo de inspirar a otros lo convierten en un profesor muy respetado y solicitado en el campo.Las contribuciones de Jeremy al mundo de la psicología se extienden más allá de la academia. Ha publicado numerosos artículos de investigación en prestigiosas revistas, ha presentado sus hallazgos en conferencias internacionales y ha contribuido al desarrollo de la disciplina. Con su gran dedicación para avanzar en nuestra comprensión de la mente humana, Jeremy Cruz continúa inspirando y educando a lectores, aspirantes a psicólogos y colegas investigadores en su viaje para desentrañar las complejidades de la mente.