4 Principales estrategias de resolución de problemas

 4 Principales estrategias de resolución de problemas

Thomas Sullivan

Es alucinante cómo los distintos teóricos han analizado la naturaleza humana de forma diferente y han ideado enfoques teóricos distintos, a menudo contradictorios.

Todas las terapias, a pesar de ser diferentes, tienen algo en común: su objetivo es resolver los problemas de las personas, dotarlas de estrategias de resolución de problemas que les ayuden a enfrentarse a sus problemas vitales.

La resolución de problemas está en el centro de todo lo que hacemos. A lo largo de nuestra vida, intentamos constantemente resolver un problema u otro. Cuando no podemos, surgen todo tipo de problemas psicológicos. Ser bueno resolviendo problemas es una habilidad fundamental para la vida.

Etapas de resolución de problemas

Lo que hace la resolución de problemas es llevarte de un estado inicial (A) en el que existe un problema a un estado final o meta (B), en el que el problema ya no existe.

Para pasar de A a B, hay que realizar unas acciones denominadas operadores. Si se realizan los operadores adecuados, se pasa de A a B. Así pues, las etapas de la resolución de problemas son:

  1. Estado inicial
  2. Operadores
  3. Estado del objetivo

El problema en sí puede estar bien definido o mal definido. Un problema bien definido es aquel en el que se puede ver claramente dónde se está (A), adónde se quiere ir (B) y qué hay que hacer para llegar allí (contratar a los operadores adecuados).

Por ejemplo, sentir hambre y querer comer puede considerarse un problema, aunque sencillo para muchos. Su estado inicial es hambre (A) y su estado final es satisfacción o ausencia de hambre (B). Ir a la cocina y buscar algo de comer es utilizar el operador correcto.

Por el contrario, los problemas mal definidos o complejos son aquellos en los que una o más de las tres fases de la resolución de problemas no están claras. Por ejemplo, si tu objetivo es conseguir la paz mundial, ¿qué es exactamente lo que quieres hacer?

Se ha dicho con razón que un problema bien definido es un problema medio resuelto. Siempre que te enfrentes a un problema mal definido, lo primero que tienes que hacer es tener claras las tres etapas.

A menudo, las personas tienen una idea bastante clara de dónde están (A) y dónde quieren estar (B), pero lo que les suele atascar es encontrar a los operadores adecuados.

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Teoría inicial en la resolución de problemas

Cuando las personas intentan resolver un problema por primera vez, es decir, cuando contratan a sus operadores por primera vez, suelen tener una teoría inicial para resolver el problema. Como mencioné en mi artículo sobre la superación de retos para problemas complejos, esta teoría inicial suele ser errónea.

Pero, en ese momento, suele ser el resultado de la mejor información que el individuo puede reunir sobre el problema. Cuando esta teoría inicial falla, el solucionador de problemas obtiene más datos y refina la teoría. Finalmente, encuentra una teoría real, es decir, una teoría que funciona. Esto le permite, por fin, contratar a los operadores adecuados para pasar de A a B.

Estrategias de resolución de problemas

Son operadores que un solucionador de problemas intenta para pasar de A a B. Hay varias estrategias de solución de problemas, pero las principales son:

  1. Algoritmos
  2. Heurística
  3. Ensayo y error
  4. Insight

1. Algoritmos

Cuando se sigue un procedimiento paso a paso para resolver un problema o alcanzar un objetivo, se está utilizando un algoritmo. Si se siguen los pasos al pie de la letra, está garantizado que se encontrará la solución. El inconveniente de esta estrategia es que puede resultar engorrosa y llevar mucho tiempo en el caso de problemas grandes.

Digamos que te doy un libro de 200 páginas y te pido que me leas en voz alta lo que está escrito en la página 100. Si empiezas por la página 1 y sigues pasando las páginas, al final llegarás a la página 100. No hay duda. Pero el proceso lleva mucho tiempo. Así que en vez de eso utilizas lo que se llama una heurística.

2. Heurística

Los heurísticos son reglas empíricas que la gente utiliza para simplificar los problemas. A menudo se basan en recuerdos de experiencias pasadas. Reducen el número de pasos necesarios para resolver un problema, pero no siempre garantizan una solución. Los heurísticos nos ahorran tiempo y esfuerzo si funcionan.

Sabes que la página 100 se encuentra en la mitad del libro. En lugar de empezar por la página uno, intentas abrir el libro por la mitad. Por supuesto, puede que no llegues a la página 100, pero puedes acercarte mucho con sólo un par de intentos.

Si abre la página 90, por ejemplo, puede pasar algorítmicamente de la 90 a la 100. Así, puede utilizar una combinación de heurística y algoritmos para resolver el problema. En la vida real, a menudo resolvemos problemas de este tipo.

Cuando la policía busca sospechosos en una investigación, intenta acotar el problema de forma similar. Saber que el sospechoso mide 1,80 m no es suficiente, ya que podría haber miles de personas con esa estatura.

Saber que el sospechoso mide 1,80 m, es varón, lleva gafas y tiene el pelo rubio reduce el problema considerablemente.

3. Prueba y error

Cuando tienes una teoría inicial para resolver un problema, la pruebas. Si fracasas, perfeccionas o cambias tu teoría y vuelves a intentarlo. Éste es el proceso de ensayo y error para resolver problemas. El ensayo y error conductual y el cognitivo suelen ir de la mano, pero para muchos problemas, empezamos con el ensayo y error conductual hasta que nos vemos obligados a pensar.

Supongamos que estás en un laberinto, intentando encontrar la salida. Pruebas una ruta sin pensarlo mucho y descubres que no lleva a ninguna parte. Entonces pruebas otra ruta y vuelves a fracasar. Esto es ensayo y error conductual, porque no estás pensando en tus pruebas. Sólo estás lanzando cosas contra la pared para ver qué se pega.

No es la estrategia ideal, pero puede ser útil en situaciones en las que es imposible obtener información sobre el problema sin hacer algunas pruebas.

Luego, cuando tienes suficiente información sobre el problema, barajas esa información en tu mente para encontrar una solución. Esto es ensayo y error cognitivo o pensamiento analítico. El ensayo y error conductual puede llevar mucho tiempo, así que es aconsejable utilizar el ensayo y error cognitivo tanto como sea posible. Tienes que afilar el hacha antes de cortar el árbol.

4. Comprensión

Al resolver problemas complejos, la gente se frustra después de haber probado varios operadores que no funcionaron. Abandonan el problema y siguen con sus actividades rutinarias. De repente, tienen un destello de perspicacia que les hace confiar en que ahora pueden resolver el problema.

He escrito un artículo entero sobre la mecánica subyacente de la percepción. Resumiendo, cuando das un paso atrás en tu problema, te ayuda a ver las cosas desde una nueva perspectiva. Utilizas asociaciones que antes no tenías a tu alcance.

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Tienes más piezas de rompecabezas con las que trabajar y esto aumenta las probabilidades de que encuentres un camino de A a B, es decir, de que encuentres operadores que funcionen.

Resolución de problemas piloto

Independientemente de la estrategia de resolución de problemas que emplees, se trata de averiguar qué funciona. Tu teoría real te dice qué operadores te llevarán de A a B. Los problemas complejos no revelan fácilmente sus teorías reales por el mero hecho de ser complejos.

Por lo tanto, el primer paso para resolver un problema complejo es tener lo más claro posible lo que se quiere conseguir, recopilando toda la información posible sobre el problema.

De este modo se dispone de suficiente materia prima para formular una teoría inicial. Queremos que nuestra teoría inicial sea lo más parecida posible a una teoría real, lo que ahorra tiempo y recursos.

Resolver un problema complejo puede suponer invertir muchos recursos. Por eso, es recomendable que verifiques tu teoría inicial si puedes. A esto lo llamo resolver problemas de forma piloto.

Antes de invertir en la fabricación de un producto, las empresas a veces distribuyen versiones gratuitas a una pequeña muestra de clientes potenciales para asegurarse de que su público objetivo será receptivo al producto.

Antes de hacer una serie de episodios de televisión, los productores suelen lanzar episodios piloto para averiguar si el programa puede despegar.

Antes de llevar a cabo un estudio a gran escala, los investigadores realizan un estudio piloto para encuestar a una pequeña muestra de la población y determinar si merece la pena realizar el estudio.

El mismo planteamiento de "tantear el terreno" debe aplicarse a la resolución de cualquier problema complejo al que se enfrente. ¿Merece la pena invertir muchos recursos en su problema? En gestión, nos enseñan constantemente el Retorno de la Inversión (ROI). El ROI debe justificar la inversión.

Si la respuesta es afirmativa, sigue adelante y formula tu teoría inicial basándote en una investigación exhaustiva. Encuentra la forma de verificar tu teoría inicial. Necesitas esta seguridad de que vas en la dirección correcta, sobre todo en el caso de problemas complejos cuya resolución lleva mucho tiempo.

La película coreana Memories of Murder (2003) presenta un buen ejemplo de por qué es importante verificar la teoría inicial, especialmente cuando hay mucho en juego.

Pensamiento causal correcto

La resolución de problemas se reduce a tener un pensamiento causal correcto. Encontrar soluciones consiste en averiguar qué funciona, es decir, encontrar operadores que te lleven de A a B. Para tener éxito, tienes que confiar en tu teoría inicial (si hago X e Y, me llevarán a B). Tienes que estar seguro de que hacer X e Y te llevará a B: hacer X e Y causará B.

Todos los obstáculos a la resolución de problemas o a la consecución de objetivos tienen su origen en un pensamiento causal defectuoso que hace que no intervengan los operadores adecuados. Cuando su pensamiento causal sea correcto, no tendrá problemas para intervenir los operadores adecuados.

Como puede imaginarse, para los problemas complejos no es fácil acertar con nuestro pensamiento causal. Por eso necesitamos formular una teoría inicial y perfeccionarla con el tiempo.

Me gusta pensar que la resolución de problemas es la capacidad de proyectar el presente en el pasado o en el futuro. Cuando resuelves problemas, básicamente observas tu situación actual y te haces dos preguntas:

"¿Qué causó esto?" (Proyectar el presente en el pasado)

"¿Qué causará esto?" (Proyectar el presente hacia el futuro)

La primera pregunta es más pertinente para la resolución de problemas y la segunda para la consecución de objetivos.

Si te encuentras en un lío, tienes que responder correctamente a la pregunta "¿Qué ha causado esto?". Si crees que no pueden causar B, es hora de refinar tu teoría inicial.

Thomas Sullivan

Jeremy Cruz es un psicólogo experimentado y autor dedicado a desentrañar las complejidades de la mente humana. Jeremy, apasionado por comprender las complejidades del comportamiento humano, ha estado involucrado activamente en la investigación y la práctica durante más de una década. Tiene un doctorado. en Psicología de una institución de renombre, donde se especializó en psicología cognitiva y neuropsicología.A través de su extensa investigación, Jeremy ha desarrollado una visión profunda de varios fenómenos psicológicos, incluidos la memoria, la percepción y los procesos de toma de decisiones. Su experiencia también se extiende al campo de la psicopatología, centrándose en el diagnóstico y tratamiento de los trastornos de salud mental.La pasión de Jeremy por compartir conocimientos lo llevó a establecer su blog, Comprender la mente humana. Al curar una amplia gama de recursos de psicología, su objetivo es brindar a los lectores información valiosa sobre las complejidades y los matices del comportamiento humano. Desde artículos que invitan a la reflexión hasta consejos prácticos, Jeremy ofrece una plataforma integral para cualquiera que busque mejorar su comprensión de la mente humana.Además de su blog, Jeremy también dedica su tiempo a la enseñanza de la psicología en una destacada universidad, nutriendo las mentes de los aspirantes a psicólogos e investigadores. Su atractivo estilo de enseñanza y su auténtico deseo de inspirar a otros lo convierten en un profesor muy respetado y solicitado en el campo.Las contribuciones de Jeremy al mundo de la psicología se extienden más allá de la academia. Ha publicado numerosos artículos de investigación en prestigiosas revistas, ha presentado sus hallazgos en conferencias internacionales y ha contribuido al desarrollo de la disciplina. Con su gran dedicación para avanzar en nuestra comprensión de la mente humana, Jeremy Cruz continúa inspirando y educando a lectores, aspirantes a psicólogos y colegas investigadores en su viaje para desentrañar las complejidades de la mente.