¿Por qué la gente quiere justicia?
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Para entender por qué es importante la justicia, primero tenemos que comprender la evolución de la tendencia de los seres humanos a formar coaliciones cooperativas, porque es este fenómeno el único que da lugar a contextos en los que buscamos justicia y venganza.
Entonces, ¿por qué formamos coaliciones cooperativas?
¿Por qué la gente se reúne y trabaja junta?
La condición fundamental que debe cumplirse para la formación de una coalición cooperativa es que existan unos objetivos comunes que la coalición intente alcanzar. La consecución de estos objetivos debe beneficiar de algún modo a cada uno de los miembros de la coalición.
Si un miembro de una coalición considera que los objetivos de su coalición no están en consonancia con sus propios objetivos, querrá liberarse de la coalición.
En resumen, son las ganancias las que motivan a la gente a formar coaliciones y permanecer en ellas.
Condiciones antiguas
En tiempos ancestrales, formar coaliciones cooperativas ayudaba a nuestros antepasados a cazar grandes animales, compartir alimentos, invadir territorios, construir refugios y defenderse. Los que formaban coaliciones tenían una ventaja evolutiva sobre los que no lo hacían.
El resultado es que cada vez más miembros de la población estaban dispuestos a formar coaliciones cooperativas.
Hoy en día, las personas que desean formar coaliciones superan con creces a las que no poseen tal deseo. Formar alianzas se considera un atributo fundamental de la naturaleza humana.
La cuestión es que el mecanismo psicológico de formar coaliciones se ha abierto camino en nuestra psique porque tenía innumerables beneficios.
Pero la historia completa de la formación de coaliciones en los humanos no es tan sencilla y color de rosa...
Justicia, castigo y venganza
¿Y si algunos miembros de una coalición son tránsfugas y aprovechados, es decir, se llevan sólo los beneficios sin aportar nada o incluso ocasionando enormes pérdidas a otros miembros del grupo?
Además, cuando otros miembros soportan costes enormes, no cabe duda de que querrán desvincularse de la coalición, desgarrándola.
La presencia de desertores y aprovechados irá en contra de la evolución de la tendencia psicológica a formar alianzas cooperativas. Si dicha tendencia tiene que evolucionar, debe haber alguna fuerza opuesta que mantenga a raya a los desertores y aprovechados.
Esta fuerza opuesta es el deseo psicológico humano de justicia, castigo y venganza.
Ver también: Lenguaje corporal al caminar y al estar de pieEl deseo de castigar a los desleales con la coalición ayuda a mantener a raya la deslealtad, lo que, a su vez, facilita la evolución de la tendencia a formar coaliciones cooperativas.
Ver también: Personalidad burbujeante: Significado, rasgos, pros y contrasA lo largo de la historia y en nuestra vida cotidiana somos testigos frecuentes del deseo humano de justicia, castigo y venganza.
Cuando existen castigos estrictos para quienes no contribuyen en la medida que les corresponde, tienden a surgir altos niveles de cooperación. Si a esto se añade el deseo de perjudicar a los holgazanes y a quienes han ocasionado un alto coste a los demás, en el lenguaje común esto se llama venganza.
Los estudios han demostrado que los centros de recompensa del cerebro de las personas se activan cuando castigan u observan el castigo de quienes creen que merecen castigo. La venganza es, en efecto, dulce.