Síndrome de Lima: Definición, significado, & causas

 Síndrome de Lima: Definición, significado, & causas

Thomas Sullivan

El síndrome de Lima se produce cuando un captor o maltratador desarrolla una conexión positiva con el cautivo. Esta conexión positiva puede ser simpatía, empatía, apego o incluso amor. El captor, al haber desarrollado un vínculo con el cautivo, hace cosas a favor de éste.

El síndrome de Lima es lo contrario del síndrome de Estocolmo, en el que un cautivo desarrolla un vínculo con su captor. El síndrome de Estocolmo ha recibido una amplia cobertura mediática y de investigación. Su opuesto es igualmente intrigante, pero ha recibido comparativamente menos atención.

Veamos cómo obtuvo su nombre el síndrome y más adelante reflexionaremos sobre las posibles explicaciones del fenómeno.

La historia del síndrome de Lima

El lugar era Lima, Perú. El momento, finales de 1996. El Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MTRA) era un grupo socialista opuesto al gobierno peruano. Los miembros del MTRA mantenían secuestrados a cientos de altos funcionarios del gobierno, diplomáticos y ejecutivos de empresas en la embajada de Japón en Lima.

La exigencia del MTRA al gobierno peruano era la liberación de algunos presos del MTRA.

Durante el primer mes, los captores liberaron a más de la mitad de los rehenes. Según los informes, los miembros del MTRA sintieron simpatía por sus cautivos, fenómeno que pasó a denominarse síndrome de Lima.

La crisis de los rehenes duró 126 días y terminó cuando las fuerzas especiales peruanas asaltaron el edificio de la embajada, eliminando a los 14 miembros del MTRA.

¿Cuáles son las causas del síndrome de Lima?

Una de las explicaciones más convincentes del síndrome de Estocolmo es que el cautivo busca establecer un vínculo con su captor para garantizar su supervivencia. Cuanto más fuerte sea el vínculo, menos probable será que el captor le haga daño.

A continuación se exponen las posibles explicaciones del síndrome de Lima, el fenómeno opuesto:

1. No herir a inocentes

Los seres humanos tienen un sentido innato de la justicia que les impide hacer daño a inocentes. Cuando los delincuentes hacen daño a inocentes, a menudo tienen que justificar el delito ante sí mismos, por ridícula que sea la justificación.

Este sentido innato de la justicia podría ser lo que desencadenó la simpatía de los miembros del MTRA. Es probable que la mayoría de los rehenes que fueron liberados rápidamente fueran percibidos como inocentes porque no tenían nada que ver con el gobierno peruano. Se habían visto envueltos innecesariamente en el conflicto.

Hacer daño a estos rehenes inocentes o mantenerlos como rehenes durante mucho tiempo habría producido sentimientos de culpa en los miembros del MTRA.

2. Demasiado alto estatus para estar cautivo

Es probable que los miembros del MTRA, al capturar a funcionarios de alto nivel, experimentaran cierta disonancia cognitiva. Después de todo, se supone que estas personas de alto estatus deben ser tenidas en alta estima y no cautivas.

Esta disonancia cognitiva puede haberles llevado a desarrollar una conexión positiva con sus cautivos para restablecer una "sensación de respeto".

Ha habido otros casos del síndrome de Lima en los que los captores trataron bien a sus cautivos tras enterarse de que eran muy respetados en la sociedad.

Los miembros del MTRA eran adolescentes y adultos jóvenes. La diferencia de estatus entre ellos y sus cautivos era enorme.

3. Depredador convertido en protector

Capturar a alguien y retenerlo como rehén es un comportamiento depredador. Pero los humanos también tenemos un instinto paternal o protector.

Un secuestro en el que el cautivo queda demasiado indefenso puede desencadenar el instinto paternal del captor. Esto es especialmente probable en situaciones en las que el captor es un hombre y el cautivo una mujer o un niño.

Ver a una mujer en una posición sumisa puede incluso hacer que el captor masculino se enamore de ella, llevándole a cuidarla y mantenerla.

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Este comportamiento se alimenta de sí mismo y el vínculo se hace más fuerte con el tiempo. Cuanto más nos preocupamos por alguien, más apegados estamos a esa persona. Y cuanto más apegados estamos, más nos preocupamos.

El coleccionista (1965) es la única película sobre el síndrome de Lima que he visto. Si conoces alguna otra, házmelo saber.

4. Amar a quien te ama

En algunas situaciones, pueden estar en juego tanto el síndrome de Estocolmo como el de Lima. Inicialmente, el cautivo puede crear un vínculo con su captor, gracias al síndrome de Estocolmo. El captor puede responder creando a su vez un vínculo con su cautivo, como reciprocidad. Así, el síndrome de Estocolmo puede desembocar en el síndrome de Lima.

5. Identificarse con los cautivos

Si los captores pueden relacionarse de algún modo con los cautivos, es probable que sientan empatía. En la mayoría de los casos, los captores ven a los cautivos como grupos marginales. Su plan es imponer una exigencia a sus enemigos, los grupos marginales (gobierno peruano), capturando a algunos grupos marginales (funcionarios del gobierno) y amenazando con hacerles daño.

Por lo tanto, si los cautivos no tienen ninguna conexión con el grupo externo, no tiene sentido mantenerlos cautivos.

Cuando los captores perciben a los cautivos como intragrupos por cualquier motivo, esa es una situación favorable para los cautivos. Cuando los captores ven a los cautivos como intragrupos y se identifican con ellos, es muy poco probable que causen daño.

Cómo despertar la simpatía de su captor

Espero que nunca te encuentres cautivo en una situación de rehenes. Pero si lo haces, hay algunas cosas que podrías hacer para despertar la simpatía de tu captor.

Lo que la mayoría de los cautivos hacen es decir cosas como:

"Tengo una hija pequeña a la que cuidar".

O:

"Tengo una anciana madre enferma en casa a la que atender".

Estas líneas sólo pueden funcionar si el captor puede identificarse con ellas, es decir, si ha tenido una madre enferma o una hija pequeña a la que cuidar. Lo más probable es que al captor le importe un bledo tu familia.

Una estrategia mejor sería conectar con el captor a un nivel profundo y humano para que pueda humanizarte. Cosas como preguntar al captor por sus motivos, su vida, etc.

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Empieza por interesarte por ellos y luego háblales de ti, de tu vida y de tu familia. Si empiezas hablándoles de ti, pueden sentir que intentas forzar una conexión.

Otra estrategia sería convencerles de que no tienes ninguna relación con el grupo externo, aunque la tengas. Podrías hacerlo distanciándote de tu grupo y diciendo cosas malas de tu propio grupo, su grupo externo. Cualquier cosa por la supervivencia.

Podrías llegar a admitir tu odio hacia tu grupo y expresar tu deseo de abandonarlo. Pero tu odio debe ser razonable y estar en consonancia con las creencias de tus captores. Ni más ni menos. Otra razón por la que preguntarles por sus motivos puede ser útil.

Si eres una mujer cautiva de un hombre, jugar con tu sumisión e impotencia puede ayudar a despertar su instinto protector.

Thomas Sullivan

Jeremy Cruz es un psicólogo experimentado y autor dedicado a desentrañar las complejidades de la mente humana. Jeremy, apasionado por comprender las complejidades del comportamiento humano, ha estado involucrado activamente en la investigación y la práctica durante más de una década. Tiene un doctorado. en Psicología de una institución de renombre, donde se especializó en psicología cognitiva y neuropsicología.A través de su extensa investigación, Jeremy ha desarrollado una visión profunda de varios fenómenos psicológicos, incluidos la memoria, la percepción y los procesos de toma de decisiones. Su experiencia también se extiende al campo de la psicopatología, centrándose en el diagnóstico y tratamiento de los trastornos de salud mental.La pasión de Jeremy por compartir conocimientos lo llevó a establecer su blog, Comprender la mente humana. Al curar una amplia gama de recursos de psicología, su objetivo es brindar a los lectores información valiosa sobre las complejidades y los matices del comportamiento humano. Desde artículos que invitan a la reflexión hasta consejos prácticos, Jeremy ofrece una plataforma integral para cualquiera que busque mejorar su comprensión de la mente humana.Además de su blog, Jeremy también dedica su tiempo a la enseñanza de la psicología en una destacada universidad, nutriendo las mentes de los aspirantes a psicólogos e investigadores. Su atractivo estilo de enseñanza y su auténtico deseo de inspirar a otros lo convierten en un profesor muy respetado y solicitado en el campo.Las contribuciones de Jeremy al mundo de la psicología se extienden más allá de la academia. Ha publicado numerosos artículos de investigación en prestigiosas revistas, ha presentado sus hallazgos en conferencias internacionales y ha contribuido al desarrollo de la disciplina. Con su gran dedicación para avanzar en nuestra comprensión de la mente humana, Jeremy Cruz continúa inspirando y educando a lectores, aspirantes a psicólogos y colegas investigadores en su viaje para desentrañar las complejidades de la mente.