Durante la mayor parte de nuestra historia evolutiva como Homo sapiens, vivimos como cazadores-recolectores. Los hombres eran predominantemente cazadores, mientras que las mujeres eran predominantemente recolectoras.

Si los hombres y las mujeres desempeñaban estas funciones diferentes, tiene sentido que sus cuerpos hayan evolucionado de forma distinta y, por tanto, tengan un aspecto diferente. Los cuerpos de los hombres están más adaptados a la caza, mientras que los de las mujeres están más adaptados a la recolección.

Al observar los cuerpos masculino y femenino, las diferencias de sexo son evidentes. Los varones suelen ser más altos, tener más masa muscular y más fuerza en la parte superior del cuerpo que las mujeres.

Esto ayudó a nuestros antepasados masculinos a defenderse con éxito de los depredadores que podrían haberles atacado en sus cacerías.

Además, a diferencia de las mujeres, los hombres tienen una piel más gruesa y resistente en la espalda, lo que podría haberles permitido defenderse de los ataques de depredadores que venían por detrás.

Aunque estas diferencias físicas entre sexos son evidentes y fáciles de observar, lo que no es tan evidente es la diferencia en la cognición de hombres y mujeres: cómo la percepción visual de hombres y mujeres ha evolucionado de forma diferente, reflejando su papel de cazadores y recolectores, respectivamente.

Percepción visual de hombres y mujeres

Pregúntate cuáles son las capacidades de percepción visual necesarias para ser un buen cazador y un buen recolector de alimentos.

Los hombres tienen una visión estrecha, de túnel, que les permite hacer precisamente eso, mientras que las mujeres tienen una visión periférica más amplia que resulta más útil cuando se recogen frutas y bayas desde varias direcciones a corta distancia.

Por eso las mujeres modernas pueden encontrar fácilmente las cosas de la casa, mientras que los hombres a veces tienen problemas para encontrar un objeto que está justo delante de ellos.

Normalmente, son los hombres los que se enfadan con las mujeres por "desplazar" las cosas y se quejan constantemente de ello, mientras que las mujeres parecen ser capaces de recuperar cualquier objeto "perdido" con facilidad.

En general, los hombres obtienen mejores resultados que las mujeres en los estudios que ponen a prueba su capacidad para seguir objetos en movimiento rápido y discernir detalles a distancia. También son mejores para percibir y estimar con precisión el tamaño de objetivos en el espacio lejano.

Por el contrario, las mujeres son mejores que los hombres en agudeza visual de cerca.

También distinguen mejor los colores, una habilidad que debió de permitir a las mujeres ancestrales detectar una gran variedad de frutas, bayas y frutos secos mientras recolectaban.

A la hora de comprar un vestido nuevo, una mujer puede sentirse confusa sobre qué color elegir entre los siete colores que a un hombre le parecen todos "rojos".

Dado que los genes de las células cónicas de la retina responsables de la percepción de los colores se encuentran en el cromosoma X y que las mujeres tienen dos cromosomas X, esto podría explicar por qué las mujeres pueden describir los colores con más detalle que los hombres.

Los ojos lo revelan todo

Por lo general, los ojos de los hombres tienden a ser más pequeños que los de las mujeres y tienen una menor área blanca alrededor de la pupila. Cuanto mayor es el área blanca, más permite el movimiento del ojo y la dirección de la mirada, que son fundamentales para la comunicación cara a cara en los seres humanos. Más blanco permite enviar y recibir una mayor variedad de señales oculares en la dirección en que se mueven los ojos.

Una de las razones por las que los ojos se consideran ventanas del alma es por la mayor superficie blanca de sus ojos, de la que carecen otros primates (y otras especies animales), que se basan más en el lenguaje corporal que en la comunicación cara a cara.

Los ojos de las mujeres son más blancos que los de los hombres porque la comunicación personal a corta distancia es parte integrante del vínculo femenino. Por eso los ojos de las mujeres tienden a ser más expresivos y casi parece que puedan "hablar" con los ojos.

Cuando viajas en autobús y fuera ocurre algo extraño, suelen ser los hombres los que primero se dan cuenta y comentan lo que pasa. Imagina que tuvieras una cámara oculta con la que pudieras ver lo que miran un hombre y una mujer cuando están solos en una habitación.

Lo más probable es que el hombre escanee la distribución de la habitación en busca de posibles salidas. Inconscientemente, está buscando vías de escape en caso de que se produzca un ataque de depredadores.

Algunos hombres admiten que, cuando están en un lugar público, a veces visualizan cómo escaparían, y cómo ayudarían a escapar a los demás, en caso de incendio o terremoto.

Mientras tanto, la mujer que está sola en una habitación es probable que mire constantemente a la nada, posiblemente expresando aburrimiento con los ojos. En un lugar público, está más preocupada por lo que ocurre en su vecindad: cómo se siente todo el mundo y a quién le gusta quién.