23 Características de una personalidad sabelotodo
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Un sabelotodo es alguien que cree que lo sabe todo. Tiene opiniones firmes sobre casi todo y cree que siempre tiene razón. Este comportamiento molesta a los demás porque un sabelotodo es poco receptivo a los puntos de vista de los demás.
Otra razón por la que los sabelotodo son molestos, sobre todo para los que saben mucho, es que nadie puede saberlo todo. El conocimiento sigue surgiendo y evolucionando, así que no hay un "todo" que saber. Sólo puedes aumentar tus conocimientos, pero nunca puedes saberlo todo.
Características de un sabelotodo
Si observas la mayoría de estos rasgos en alguien, es probable que sea un sabelotodo.
1. Son inseguros
Una persona sabelotodo es fundamentalmente insegura sobre quién es. La inseguridad conduce a la inferioridad, y la inferioridad al desarrollo de un complejo de superioridad. Una persona sabelotodo cree que es superior en conocimientos a todos los demás.
2. Buscan llamar la atención
Ya sea por orden de nacimiento o por la forma en que fue educado, un sabelotodo puede haberse acostumbrado a ser el centro de atención. Al impartir sus conocimientos a la primera de cambio, tiene la oportunidad de ser el centro de atención.
3. Son narcisistas
El complejo de superioridad es el sello distintivo del narcisismo. Una persona que lo sabe todo es más encubierta en su narcisismo. Lo ocultan detrás de un rasgo que la sociedad valora: estar bien informado.
4. Son impulsivos
El impulso de meterse en las conversaciones e inyectar sus conocimientos puede ser abrumador para un sabelotodo, que carece del autocontrol necesario para ser paciente y dejar que los demás expresen su punto de vista.
5. No saben leer la habitación
Están tan ocupados demostrando su superioridad que pasan por alto las señales no verbales que emiten otras personas. Principalmente, pasan por alto las expresiones faciales de fastidio en los demás. Como resultado, no son conscientes de que están siendo molestos.
6. Su ego está ligado a sus conocimientos
Una persona sabelotodo puede haber construido toda su identidad en torno a sus conocimientos. Por ejemplo, puede ser un erudito o un profesor. Cuando uno se identifica fuertemente con algo, inevitablemente vincula su ego a ello.
Cuando eso ocurre, ya no se adquiere el conocimiento por el conocimiento, sino para aparece ...conocedor.
7. No saben que no saben
Es lo que les suele ocurrir a los novatos cuando se inician en un campo: adquieren algunos conocimientos y creen que eso es todo lo que hay que saber.
Conocido como efecto Dunning-Kruger, su falta de conciencia de que hay más cosas que saber les hace pensar que saben todo lo que hay que saber.
8. Hablan más, escuchan menos
Puesto que hablar es una forma de demostrar tus conocimientos, un sabelotodo no pierde la oportunidad de hablar, se mete en las conversaciones y expone sus opiniones aunque nadie se lo pida.
No saben escuchar, porque escuchar significa dejar de impartir conocimientos y aprender.
9. Están demasiado apegados a sus opiniones
Esto no sería así si su ego no estuviera ligado a sus opiniones, pero lo está, por lo que no están dispuestos a cambiar sus puntos de vista, ni siquiera con pruebas en contra.
10. Dominan las conversaciones
Intentan dominar todas las conversaciones. Apenas dejan hablar a los demás porque tienen que hacer el importante trabajo de demostrar sus conocimientos. Interrumpen y cambian de tema a su antojo.
Dirigirán las conversaciones hacia temas de los que tienen conocimientos o, al menos, la ilusión de que los tienen.
11. Ofrecen consejos y ayuda no solicitados
Los consejos no solicitados son siempre molestos, pero como una persona sabelotodo ignora la retroalimentación social, sigue ofreciéndolos. Se preocupa más por ser la persona superior que puede ayudar que por ayudar realmente.
Repiten consejos genéricos que han oído en alguna parte sin preocuparse de los detalles y de si son aplicables a la situación específica del destinatario.
12. Presumen de sus conocimientos
La gente suele presumir de aquello con lo que se identifica. No hay nada malo en identificarse con tus conocimientos, pero un sabelotodo exagera. De nuevo, es porque toda su identidad descansa sobre la base de ser un entendido. No tienen nada más de lo que presumir.
Ver también: Cómo dejar de ser superficial13. Pescan argumentos
A una persona sabelotodo le aburren las discusiones y las conversaciones habituales. Le encantan las discusiones. Discute para ganar y demostrar que es superior en conocimientos frente a la búsqueda de la mejor solución posible o la verdad.
Parecen tener la habilidad de convertir el más mínimo desacuerdo en una discusión.
14. Los desacuerdos les amenazan
Es normal que los seres humanos se sientan un poco incómodos cuando alguien no está de acuerdo con ellos. Pero para un sabelotodo, el desacuerdo es similar a un ataque personal. Cuando no estás de acuerdo con ellos, inmediatamente piensan en ti como el enemigo al que tienen que derrotar, dando inicio a una discusión.
15. Los entendidos les amenazan
Para un sabelotodo, las personas que saben más que él son una gran amenaza para su ego, al igual que otros sabelotodos. Evitan relacionarse con estas personas para no quedar en evidencia por no saber tanto como dicen saber.
16. Odian a quienes les demuestran que están equivocados
A nadie le gusta que le demuestren que está equivocado, pero un sabelotodo detesta eso y a la persona que lo hace. No le has llevado a la luz si corriges a un sabelotodo o le demuestras que está equivocado; has destruido su mundo. Te despreciará por haberle quitado su principal o única fuente de aumento de ego.
17. No pueden admitir sus errores
Admitir errores y fracasos significaría que saben menos. En cambio, prefieren culpar a los demás de sus errores.
18. Son críticos
Se apresuran a tachar de "estúpidos" o "ignorantes" a quienes no están de acuerdo con ellos.
Ver también: Cómo superar la relación con un ex (7 consejos)19. Les gusta corregir a los demás
No les gusta que les corrijan, pero les gusta corregir a los demás. No hay nada malo en corregir a los demás cuando se equivocan, pero un sabelotodo lo hace de forma condescendiente y socialmente inapropiada.
Se reirán con tono de superioridad y actuarán como si fueras tonto por haber cometido el error que cometiste. Señalarán públicamente tus fallos porque quieren humillarte más que corregirte.
20. No se les puede enseñar
Sientes que no puedes enseñar nada a una persona que lo sabe todo porque es muy reacia a aprender. Ser enseñable significaría que no lo sabe todo, y es duro para ellos estar en esa posición.
21. No se mantienen en su carril
Siendo realistas, no se puede ser experto en más de dos áreas, y mucho menos en todo. Un sabelotodo opinará sobre temas y asuntos sobre los que no tiene por qué opinar.
No se mantienen en su carril y pontifican sobre cualquier cosa que esté de moda. Además, no tienen en cuenta las opiniones de los verdaderos expertos que han dedicado años a estudiar un área.
22. Responden a sus propias preguntas
Es raro, molesto y divertido al mismo tiempo. Te harán una pregunta y la responderán ellos mismos porque en realidad no te están interrogando para escuchar tu respuesta. Te están interrogando para dar ellos mismos la oportunidad de demostrar sus conocimientos.
23. No paran de divagar
Un sabelotodo divaga sin parar porque le da la oportunidad de demostrar la amplitud y profundidad de sus conocimientos. Tocará temas no relacionados en sus divagaciones para demostrar que sabe mucho.
Divagar y utilizar palabras rimbombantes ayuda a una persona sabelotodo a parecer un pensador profundo. También le ayuda a dominar la conversación. Cuando divagas, niegas a la otra parte la oportunidad de hablar.
Algunos de ellos sí piensan con profundidad, pero no con claridad. Cuando los escuchas, tienes la sensación de haber aprendido mucho, pero nada sustancial al mismo tiempo.