Piénsalo: ¿estaré exagerando si digo que una parte de tu comportamiento y personalidad está moldeada por las cosas que ves en la pantalla? ¡Definitivamente no! Es ingenuo pensar que la televisión es un pasatiempo inofensivo que no afecta a tu psique de ninguna manera.

Toda persona pensante sabe que cualquier cosa a la que exponga su mente la afecta. Su psique se ve continuamente moldeada por todo tipo de información que recibe de su entorno y eso incluye la televisión.

La televisión es una de las herramientas hipnóticas más eficaces que existen. Puede influir enormemente en tu forma de pensar, en las creencias que tienes y, en consecuencia, en cómo resulta tu vida.

Tu subconsciente, que lleva todos tus recuerdos y creencias y te hace ser quien eres, se programa directamente viendo la televisión.

El estado hipnótico inducido por el parpadeo

A los pocos segundos de ver la televisión, la mente entra en estado de trance hipnótico, lo que reduce las ondas cerebrales a un "estado alfa" más bajo, comúnmente asociado con la meditación y la relajación profunda. Se cree que esto lo provoca el parpadeo de la pantalla y explica por qué se siente sueño al ver la televisión.

En este estado de trance, el subconsciente se vuelve muy sugestionable y la información que recibe del televisor pasa a formar parte de su memoria.

Dado que las creencias no son más que recuerdos, esta información tiene la tendencia a alterar tus creencias o a formar otras nuevas cuando se filtra en tu subconsciente. Puedes pensar que el mando a distancia está en tu mano y que estás viendo los programas pero, en realidad, eres tú quien está siendo programado.

Deterioro del filtrado consciente

Liberar tu mente consiste en descubrir qué creencias guardas en el subconsciente, traerlas a la conciencia y eliminar las que no tienen ninguna prueba convincente ni base real.

Nuestra mente consciente es un guardia de seguridad que se asegura de que sólo la información en la que ya creemos entre en la mente subconsciente para que nuestras creencias preexistentes se refuercen. Tiene tendencia a rechazar cualquier información que no coincida con nuestros sistemas de creencias preexistentes.

La consecuencia natural de un estado de trance hipnótico es que tus filtros conscientes se apagan y eres incapaz de analizar críticamente la información que recibes.

Además, cuando ves la televisión no eres capaz de pensar porque te bombardean continuamente con información y no tienes tiempo de procesar lo que estás viendo.

Tu mente consciente se elimina de la ecuación y la información que recibes sigue formando parte de tu sistema de creencias.

Compara esto con la lectura, donde puedes parar, pensar y reflexionar después de cada línea que lees. Tú, el lector, marcas el ritmo mientras lees y no el libro. La televisión, en cambio, sigue vertiendo información como vino en el vaso de tu mente inconsciente y, antes de que te des cuenta, ya estás borracho.

Y eso es lo que ves a tu alrededor: gente intoxicada con los pensamientos de otras personas que nunca dan una oportunidad a la sobriedad reflexionando sobre su embriaguez.

Cómo nos influye la televisión

¿Cuántas veces has hecho algo sólo porque has visto a alguien haciéndolo en la televisión?

Estamos predispuestos a copiar a los que nos rodean, sobre todo durante la infancia, cuando nuestra supervivencia depende en gran medida de lo bien que copiemos las acciones de los demás, como comer, por ejemplo.

Ya he dicho antes que toda nuestra infancia fue esencialmente un periodo de hipnosis. Recogimos creencias de todas partes porque nuestra facultad consciente no estaba completamente desarrollada. No teníamos la capacidad de cuestionar nuestras creencias y acciones.

Vimos volar a Superman, nos compramos un vestido de Superman e intentamos despegar desde el balcón. Vimos lucha libre en la tele y nos peleamos con almohadas en el salón, destrozando las pobres cosas de algodón.

Veíamos a nuestros héroes favoritos armados y disparábamos a alienígenas imaginarios en tu patio.

Esto es una prueba fehaciente de que nuestro subconsciente no puede diferenciar entre las cosas que vemos en la pantalla y la realidad. Por eso nos creíamos todo lo que veíamos en la tele cuando éramos niños e intentábamos copiar lo que veíamos.

Claro que no puedes hacer nada para convencer a tu subconsciente de que lo que ves en la tele no es real, igual que no puedes "no asustarte" mientras ves una película de terror a solas por la noche.

Pero lo que puedes hacer es introducir tu mente consciente en la ecuación y aceptar sólo la información que concuerde con tu sentido común y tu razón.

Millones de personas se dejan programar a diario por lo que ven en la tele. Puede que no intenten despegar desde el balcón, pero su vida es un buen reflejo de lo que ven en la pantalla.

Averigua qué programas de televisión ve una persona y podrás saber mucho sobre qué tipo de persona es.

Millones de personas intentan vivir las vidas ficticias que ven retratadas en las películas, muchos se identifican con sus famosos favoritos y los copian, y otros incontables aceptan a diario las versiones de la realidad que les presentan sus canales de noticias.

Elige lo que ves

La televisión no es necesariamente mala si eres muy consciente y deliberado sobre las cosas que ves. Entretente y edúcate, pero no permitas que los programas te programen con creencias irracionales.

Intenta mantener siempre "encendida" tu facultad de pensamiento crítico para no dejar que otros controlen tus procesos de pensamiento.