Sonrisa falsa frente a sonrisa real

 Sonrisa falsa frente a sonrisa real

Thomas Sullivan

Imagina lo genial que sería poder distinguir fácilmente entre una sonrisa real y una falsa. Serías capaz de saber cuándo alguien está realmente complacido contigo y cuándo alguien quiere hacerte creer que está realmente complacido contigo.

En primer lugar, debemos saber cómo es una sonrisa auténtica para poder distinguirla de una falsa. La imagen siguiente es un buen ejemplo de sonrisa auténtica:

En una sonrisa real, los ojos brillan y se ensanchan de alegría. El ensanchamiento se consigue echando los ojos hacia atrás y levantando ligeramente los párpados inferiores. Los labios se estiran horizontalmente y las comisuras de los labios se giran hacia arriba. Este giro hacia arriba de las comisuras de los labios es el sello distintivo de una sonrisa real.

Ver también: La trampa de "empezar desde mañana

Los dientes pueden o no estar expuestos en una sonrisa real, pero si lo están, significa felicidad extrema.

Se producen arrugas cerca de las comisuras de los labios y, si la sensación de placer es intensa, pueden verse arrugas en forma de "patas de gallo" cerca de las comisuras de los ojos.

Ahora que ya sabemos cómo es una sonrisa de verdad, veamos una falsa:

En una sonrisa falsa, las comisuras de los labios no están giradas hacia arriba o pueden estarlo muy, muy ligeramente hasta el punto de no notarse en absoluto. Los labios siempre están cerrados y se estiran horizontalmente a lo largo de una línea recta. Es como si los labios se hubieran cerrado herméticamente con una cremallera.

La sonrisa falsa también se conoce, y muy acertadamente, como "la sonrisa de labios apretados". Una persona que sonríe con los labios apretados está cerrando simbólicamente los labios con una cremallera. Está guardando un secreto que no quiere revelarte o está ocultando su verdadera actitud/sentimientos hacia ti.

La persona que te sonríe con los labios apretados te está diciendo no verbalmente: "No te voy a decir una mierda" o "No tienes ni idea de lo que estoy pensando en realidad" o "Vale, sonreiré. Toma... ¿Contento? ¡Ahora lárgate!".

Es habitual ver a mujeres que dedican esta sonrisa a hombres que no les gustan. Las mujeres suelen pensar que si rechazan a un chico de forma directa, podrían herir sus sentimientos, por lo que emplean esta sonrisa falsa en su lugar.

La mayoría de los hombres no tienen ni idea de lo que significa esta sonrisa y algunos incluso la ven como una señal de aceptación, pero otras mujeres pueden entender claramente que es una señal de rechazo.

Esta sonrisa de labios apretados es la misma sonrisa "educada" que recibe de un vendedor que intenta venderle algo, de un auxiliar de vuelo que le da las gracias por elegir su compañía y de una amable mujer detrás del mostrador que le desea un buen día.

A estas personas les han enseñado a sonreír a sus clientes y a tratarlos con educación. No te conocen lo suficiente como para dedicarte una sonrisa de verdad, así que acaban dedicándote una falsa, sólo por ser educados.

También le dedicamos esta sonrisa a un amigo que nos cuenta un chiste sin gracia o algo por el estilo, ya sea para complacerle o para burlarse de él. Situaciones como éstas son triviales, pero a veces detectar una sonrisa falsa puede ser realmente importante.

Por ejemplo, si le preguntas a un amigo qué le preocupa y te responde: "Nada", dedicándote una falsa sonrisa de tranquilidad, debes saber que no le preocupa "nada", sino "algo".

Uno de los principales factores que distinguen una sonrisa real de una falsa es que una sonrisa real dura más tiempo, mientras que una sonrisa falsa se desvanece muy rápidamente.

Si observas que alguien te dedica una sonrisa falsa y le dices directamente: "¡Ah, me acabas de dedicar una sonrisa falsa!", eso puede asustarle mucho. A nadie le gusta admitir que no estaba siendo sincero.

Ver también: Decir "te quiero" demasiado (Psicología)

Una estrategia mejor sería señalar su falta de sinceridad indirectamente, diciendo algo como: "¿Qué ocultas?" o "No pareces contento de saberlo. ¿Por qué?".

Thomas Sullivan

Jeremy Cruz es un psicólogo experimentado y autor dedicado a desentrañar las complejidades de la mente humana. Jeremy, apasionado por comprender las complejidades del comportamiento humano, ha estado involucrado activamente en la investigación y la práctica durante más de una década. Tiene un doctorado. en Psicología de una institución de renombre, donde se especializó en psicología cognitiva y neuropsicología.A través de su extensa investigación, Jeremy ha desarrollado una visión profunda de varios fenómenos psicológicos, incluidos la memoria, la percepción y los procesos de toma de decisiones. Su experiencia también se extiende al campo de la psicopatología, centrándose en el diagnóstico y tratamiento de los trastornos de salud mental.La pasión de Jeremy por compartir conocimientos lo llevó a establecer su blog, Comprender la mente humana. Al curar una amplia gama de recursos de psicología, su objetivo es brindar a los lectores información valiosa sobre las complejidades y los matices del comportamiento humano. Desde artículos que invitan a la reflexión hasta consejos prácticos, Jeremy ofrece una plataforma integral para cualquiera que busque mejorar su comprensión de la mente humana.Además de su blog, Jeremy también dedica su tiempo a la enseñanza de la psicología en una destacada universidad, nutriendo las mentes de los aspirantes a psicólogos e investigadores. Su atractivo estilo de enseñanza y su auténtico deseo de inspirar a otros lo convierten en un profesor muy respetado y solicitado en el campo.Las contribuciones de Jeremy al mundo de la psicología se extienden más allá de la academia. Ha publicado numerosos artículos de investigación en prestigiosas revistas, ha presentado sus hallazgos en conferencias internacionales y ha contribuido al desarrollo de la disciplina. Con su gran dedicación para avanzar en nuestra comprensión de la mente humana, Jeremy Cruz continúa inspirando y educando a lectores, aspirantes a psicólogos y colegas investigadores en su viaje para desentrañar las complejidades de la mente.