Evolución de la percepción y realidad filtrada
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Este artículo explora cómo la evolución de la percepción nos hace percibir sólo una parte de la realidad, no la realidad en su totalidad.
Puede que te hayas encontrado con uno de esos posts en las redes sociales que te piden que leas un párrafo al final del cual te dicen que te has perdido algunos artículos que estaban ahí en el texto.
Vuelves a leer el párrafo y descubres que, efectivamente, en la lectura anterior se te había escapado esa "la" o "a" de más. ¿Cómo has podido estar tan ciego?
Si tu mente omite fragmentos de información en un párrafo, ¿hace lo mismo con el mundo?
¿Está igualmente viciada nuestra percepción de la realidad que vemos cada día?
Ignorar lo irrelevante
Es fácil entender por qué tu cerebro se salta los artículos redundantes de un párrafo. No son importantes, ya que interfieren en tu capacidad para comprender el mensaje del párrafo lo más rápidamente posible.
Ver también: ¿Cuál es el objetivo de la agresión?Nuestros cerebros evolucionaron para la Edad de Piedra, donde la capacidad de tomar decisiones rápidas contribuía probablemente a una mayor aptitud (es decir, mejores posibilidades de supervivencia y reproducción). Leer un párrafo con precisión era comparativamente poco importante en lo que a aptitud se refiere. De hecho, la escritura se inventó mucho más tarde.
Por lo tanto, cuando se le presenta un párrafo, lo único que le importa a su mente es interpretar el mensaje que contiene lo más rápidamente posible, e ignora los errores menores porque perder tiempo y energía en ellos podría salirle caro.
Las consecuencias de obtener la información correcta lo antes posible podrían haber significado la diferencia entre la vida y la muerte en nuestros entornos ancestrales.
Cómo ve el mundo una serpiente.La forma física es lo primero
Nuestros cerebros no sólo han evolucionado para tomar decisiones rápidas, sino también para analizar la información del entorno que influye en nuestra supervivencia y reproducción, es decir, en nuestra forma física.
Ver también: La psicología de la interrupción explicadaEn otras palabras, su mente es sensible a las señales del entorno que pueden influir en su supervivencia y reproducción.
Por eso somos rápidos para detectar comida y personas atractivas en el entorno, pero incapaces de detectar una "el" de más en un párrafo. Saber dónde están la comida y las posibles parejas puede contribuir a nuestra forma física.
Del mismo modo, cuando oyes el ruido de un envoltorio de plástico supones la presencia de comida hasta que tu amigo te muestra explícitamente que el envoltorio contiene un cargador de teléfono no comestible.
El fitness vence a la verdad
Cuando observamos a otros animales, a menudo vemos que sus percepciones del mundo son totalmente distintas de las nuestras. Las serpientes, por ejemplo, pueden ver en la oscuridad como lo haría una cámara de infrarrojos. Del mismo modo, los murciélagos construyen su imagen del mundo mediante ondas sonoras.
En general, todo organismo vivo ve el mundo que mejor le ayuda a sobrevivir y reproducirse, pero no tiene por qué ver la verdadera imagen del mundo.
La evolución por selección natural, en general, favorece las percepciones que se ajustan a la aptitud, no a la verdad objetiva del mundo.
Aunque pueda parecer que los humanos vemos la verdad de lo que hay ahí fuera, lo cierto es que todo lo que vemos comprende sólo una pequeña parte del espectro electromagnético. En otras palabras, sólo vemos una parte muy pequeña de lo que hay realmente ahí fuera, pero esta pequeña parte es suficiente para permitirnos sobrevivir y prosperar.
Los experimentos basados en modelos de juegos evolutivos han demostrado que las estrategias perceptivas precisas no compiten con las estrategias perceptivas inexactas a la hora de conferir aptitud. De hecho, las estrategias perceptivas verdaderas que proporcionan una visión precisa del mundo se extinguieron rápidamente en estos experimentos.
¿Algo de esto es real?
Algunos investigadores han llevado al extremo esta idea de que no vemos el mundo con precisión y han propuesto lo que se conoce como Teoría de la Interfaz de la Percepción.
Según esta teoría, todo lo que vemos está ahí porque hemos evolucionado para ver precisamente eso. Lo que percibimos es una interfaz, no la auténtica realidad de las cosas.
Ese bolígrafo que ves en tu mesa no es realmente un bolígrafo. Al igual que cualquier otro objeto que ves, tiene una realidad más profunda que no puedes percibir simplemente porque tu cerebro naturalmente seleccionado es incapaz de percibirla.